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Hay en quienes ha generado expectación, incluso hasta entusiasmo, el saber que la Auditoría Superior del Estado ganó un juicio de amparo en el que se inconformó contra la resolución de la entonces Procuraduría de Justicia, hoy Fiscalía General, de no ejercicio de la acción penal en uno de los expedientes relacionados con la mega deuda.

Sin embargo otros, se supondría que más enterados del tema, recomiendan cautela y no echar las campanas al vuelo, pues afirman se trata de una investigación de créditos contratados por la Pideco, y que no se va a llegar muy lejos, pues quien fuera su titular, Armando García Narro, falleció hace varios años.

Pideco es la Promotora Inmobiliaria para el Desarrollo Económico de Coahuila, se encarga de la venta de bodegas y terrenos para la instalación de empresas, en su momento estuvo bajo el control de aquél famoso SATEC desde el que Javier Villarreal tenía control sobre todas las ventanillas, toda dependencia que le pudiera generar algún ingreso al gobierno estatal, y a todas las usó para contratar créditos irregularmente. Recordemos que así se llevó también al baile a Fausto Destenave en el CEAS.

En el caso de Pideco, los créditos se habrían pedido incluso con bancos extranjeros.

Queda  pues la duda de si realmente esto va a llevar a algún lado, o es nada más un recurso legal que promovió Armando Plata para quitarse la presión de los diputados y lavarse la cara.

En los más escépticos, que Plata ande por estos días con la espada desenvainada lejos de generar optimismo y la esperanza de que se vaya a proceder contra los que han incurrido en corruptelas, lo que deja es más preguntas y especulaciones.

Para algunos se está tratando de vacunar y que no le vaya a tocar una desconocida de la 4T, para otros se trata de un direccionamiento muy selectivo de sus afanes fiscalizadores, hacia actores con los que tiene alguna diferencia política, o que la tienen personajes del pasado con los que Plata mantiene inexplicables, por no decir que vergonzosas, lealtades.

Veremos.

Y respecto a Pideco hay capítulos de otra historia que en algún momento deberán salir a la luz pública, pues al parecer se convirtió en una caja a la que muchos metieron mano, con tal desvergüenza que en algún momento para cubrir faltantes que les descubrieron en una Auditoría, pretendieron cobrar doblemente algunas de las bodegas que vendieron.

 

SERIA INDIGNACIÓN hay en importante sector de la comunidad saltillense por el comportamiento de un funcionario público a quien al calor de las copas le brotaron rasgos de patético Don Juan y descaradamente acosó a jovencitas adolescentes, hijas de conocidos empresarios de la ciudad.

Los hechos la noche del viernes anterior en un restaurant que fue de los tradicionales en el centro, y ahora en su nueva ubicación en el complejo de moda al norte de Saltillo se ha convertido en el favorito de los más influyentes funcionarios.

Y precisamente haciendo gala de esas influencias, con su despliegue de guaruras y ostentando una supuesta posibilidad de disponer en cualquier momento hasta de aviones, el sujeto en mención quiso impresionar a las señoritas que optaron por mejor poner distancia de por medio.

 

«¿CÓMO SE DEBE referir la gente al PRI que pretenden ustedes dirigir?, ya se habló del un «Nuevo PRI» y no funcionó muy bien…» preguntó un reportero a Alejandro Moreno Cárdenas.

La respuesta: «El PRI de la gente».

¿Hace falta decir algo más?…

Con la visita del ex gobernador de Campeche a Saltillo el domingo anterior quedaron en evidencia algunos otros hechos interesantes para la política local.

Por ejemplo fue evidente como Carlos y Alvaro Moreira arrebataron al coordinador de la campaña Eduardo Olmos Castro la organización del evento en la explanada del PRI Municipal.

Y quedaron mal, pues aún siendo ellos los que se ostentan como dueños de la estructura, no pudieron llenarle a Moreno Cárdenas más que la misma plaza que le llenan al más gris de los diputados locales en cualquier tarde de informe.

Si no hubiera sido por la presencia de diputados, alcaldes, regidores y guaruras, el lugar se habría visto más bien solo.

El evento –un arranque de campaña nacional–, y la fecha –víspera del aniversario de la terrible elección de 2018– ameritaba más, mucho más.

Con Olmos como jefe de campaña se esperaba sensibilidad, trabajo político, pero en el agandalle llegaron los que no saben otro método más que el de la zanahoria y el garrote.

 

Autor

Eduardo De la Peña de León