EN EL TINTERO

Pronnif y el robo de niños

En días recientes se dio a conocer la sustracción ilegal de un menor por parte de una funcionaria de la Procuraduría de los Niños, Niñas y la Familia en Coahuila.  Irma Mayela Reyes Gómez, irónicamente encargada de la dependencia estatal durante los meses recientes -tras la salida de Yezka Garza-, intentó brincar todos los requisitos para “adoptar” a un menor y vivir en familia con su pareja, según la información, del mismo sexo.

Hay que decir que el hecho de que tenga una pareja del mismo sexo o que quiera adoptar no es lo cuestionable, es incluso un derecho al que debe acceder cualquier ciudadano. Irma pudo solicitar por la vía legal la posibilidad de adoptar a un pequeño; sin embargo, prefirió utilizar los privilegios que por años le otorgó, primero el puesto de subprocuradora, y luego, ser encargada del despacho.

Al verse públicamente evidenciada, el Gobierno del estado informó que la servidora pública presentó su renuncia y el menor había sido reintegrado a la Casa Cuna donde se encontraba seguro, ya que Reyes Gómez lo había devuelto.

¿Por qué esperar a la renuncia? ¿Por que no procesarla por el delito en que incurrió? En principio, el tema amerita el inicio de una carpeta de investigación por el delito de sustracción ilegal, secuestro, abuso de poder y otros que se configuran en el hecho.

Pero esto no es nuevo, hace tres años, específicamente en 2016, en esta misma columna En el tintero denunciamos los actos de corrupción, conflicto de intereses y una serie de irregularidades que se presentaban en la dependencia por parte de esta y otras funcionarias bajo el amparo y complicidad de su titular, Yezka Garza Ramírez, hoy cobijada por la ONU.

Yezka entregó niños en “adopción” a familias sin capacidad para cuidarlos. El caso de Rocío en Ramos Arizpe, quien murió de los golpes propinados por su madre adoptiva. La lucha de Ángela Hernández a quien bajo un proceso plagado de irregularidades y en donde prevaleció el poder económico, le fue arrebatado su hijo; o el caso de Cony Ochoa a quien Irma Mayela le arrebató con engaños a sus dos hijos para entregárselos al padre, sin seguir los protocolos establecidos, presuntamente por beneficios económicos.

Como estas, decenas o tal vez centenas de casos se resolvieron en perjuicio no de madres o padres, sino de infantes que fueron separados de sus familias, muchas veces por vivir en la pobreza sin ninguna posibilidad de defensa.

En 2016, llegó a En el tintero una de varias denuncias sobre esa dependencia, otra funcionaria, en ese momento la Secretaria Técnica, había hecho lo mismo. Sustrajo a una niña para adoptarla, según las fuentes, la servidora pública regresó a la menor a  la Casa Cuna argumentando que: “estaba muy feita”.

Luego aparecieron fotografías de esta persona en su red social de Facebook con otro menor, un recién nacido. Al confrontar el hecho, tanto Yezka como la funcionaria reconocieron lo anterior, pero aseguraron que había un proceso. La evidencia intentó ser eliminada con la anulación de la cuenta de Facebook y tras el cobijo de la Procuradora y la anterior administración estatal, el tema fue archivado. Pero la imagen fue conservada y con ello la prueba del hecho.

Todo ello, ha sido puesto nuevamente a disposición de las autoridades y ahora que salen nuevamente a la luz estas irregularidades, veremos si la Fiscalía General del estado actúa en consecuencia; mientras tanto, Leticia Sánchez Campos actual Procuradora tiene una tarea muy importante que es sanar la dependencia y acabar con la serie de irregularidades que por años se han cometido.

Otra pregunta que sale a la luz es si la ONU decidirá mantener en sus filas a la funcionaria que fue cómplice de todos estos hechos: Yezka Garza Ramírez. ¡Ya veremos!

 

 

 

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El Heraldo de Saltillo
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