OPINIÓN

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7 junio, 2019

Todo tipo de lecturas se han dado a los resultados de las elecciones del domingo. Para algunos la burbuja de MORENA ya se reventó, para otros sus triunfos con una participación tan baja del electorado son lógicos cuando no está en disputa la Presidencia de la República.

En lo que sí todos coinciden es en la estrepitosa derrota que vuelve a sufrir el PRI en todas las entidades en que hubo comicios.

En Coahuila el 7 de junio del año próximo debe haber elecciones para renovar el Congreso local. Faltan doce meses, y a partir de ahora se acelera la cuenta regresiva.

Para el PRI, siendo el principal interesado en conseguir el mayor número de distritos para lograr condiciones de gobernabilidad en el cierre del sexenio deben estar encendidas las alertas. ¿Lo están?

Parecería que no.

Las quejas por la falta de trabajo político son la constante. El PRI no tiene un liderazgo que haga presencia, está desfigurado, ausente de la agenda social y mediática, como si aquí no pasara nada.

Y para colmo, cuando llega a tomar Rigo Fuentes alguna iniciativa, no hace sino profundizar los agravios hacia quienes no están en la nómina de la estructura y han construido la fortaleza priista por generaciones.

Si a muchos priistas les resulta difícil aceptar que se reciba en sus filas a quienes han llegado a cargos de elección popular bajo las siglas de otros partidos, aún y cuando hayan competido limpia y dignamente, con mayor razón les resulta incluso inaceptable que hoy se abran las puertas a personajes que traicioneramente, y utilizando recursos y padrones del PRI, manipularon estructuras para hacer perder a candidatos con los que tenían algún agravio personal.

Tal es el caso de los que se quedaron sin partido cuando se les desintegró Nueva Alianza, y en semanas anteriores Rigo les hizo gran recibimiento, como si no debieran nada.

Cuidado. Hay en todas las regiones de la entidad importantes cuadros priistas lastimados, son los que construyeron su carrera partidista y en el sector público bajo las formas tradicionales, que supieron ser institucionales como marcaba la norma, y se quedaron en la orilla cuando hace poco más de doce años se decidió apostar todo a la estructura, dejar de lado a los perfiles naturales, y echar a andar un carrusel en el que los programas clientelares hicieron posible ir alternando a los mismos personajes que se la han pasado entre alcaldías, diputaciones y sub secretarías, con muy pobre desempeño, pero totalmente sumisos.

Pese a su trayectoria y su ascendencia en determinados sectores no se les toma en cuenta, están marginados desde hace años. Y eso se repite en cada municipio. Seguramente muchos de ellos serán una opción atractiva para MORENA que va a andar buscando a quién postular.

No se descarte que aquí los de la Cuarta Transformación repliquen la estrategia que ya tomaron en otras entidades, donde salieron de pesca y lograron reclutar a los que el domingo anterior fueron sus candidatos.

Un riesgo adicional hay para el PRI en Coahuila, pues existen personajes que tienen aún control de parte de su estructura, que la conocen perfectamente y están dispuestos a maquilarle la elección al partido del Presidente, que en un esquema así, y con todo el derroche de recursos que están haciendo en programas de subsidio, pueden seguir ganando elecciones aún y cuando postulen a perfiles tan poco cualificados como algunos de los que el año pasado llevaron al Senado y la Cámara de Diputados.

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En otro tema, erró el tiro Emilio de Hoyos, diputado de UDC, y con él se fueron en la finta todos los diputados locales, que mientras un tema no les toque sus intereses y compromisos, votan en coro a favor, sin importar que haya sustento o no.

Así el miércoles acordaron, a iniciativa del udecista, exhortar al gobierno estatal para que pida a las autoridades de Texas la devolución de los 126 millones de pesos que FICREA defraudó al Tribunal de Justicia en Coahuila.

El principal socio de FICREA, Rafael Olvera, fue detenido en Texas, pero no se le sigue un proceso allá, las autoridades norteamericanas no han dispuesto sobre sus cuentas y sus bienes, lo van a extraditar. No es allá entonces donde se debe de buscar la restitución de lo defraudado.

Pero además tanto el Tribunal, como la mayoría de los seis mil ahorradores que fueron defraudados, han seguido los pasos legales necesarios para recuperar el dinero, dentro del concurso mercantil que se sigue en un juzgado civil en la ciudad de México.

Hay sin embargo un gran pendiente en este asunto de FICREA, pero los diputados lo pasaron por alto. Nunca se aclaró qué pasó con más de 150 millones de pesos que en principio se dijo había depositado el gobierno de Coahuila, entre marzo de 2013 y agosto de 2014, en cuentas de esa financiera.

Desde 2015 el representante legal de la financiera negó que existieran comprobantes de esos depósitos, y el gobierno del estado aparentemente ya no hizo nada por recuperar ese dinero.

¿Dónde quedó la bolita?