Juanita Dávila: La mamá del alcalde
Cuidando y atendiendo a tres hijos con problemas visuales, ella es sin duda una mamá fuera de serie
Juana Trinidad Dávila es la mamá del alcalde de Saltillo. Su hijo Leonardo rindió protesta el pasado martes como presidente municipal frente al Cabildo Infantil 2019, formado por otros niños de su edad.
Cuando todos los presentes en la Sala de Cabildo de la Presidencia Municipal, incluido el otro alcalde, Manolo Jiménez, le aplaudían y reconocían por sus propuestas, Juanita se sentía la mamá más orgullosa del mundo. Dice que jamás imaginó que de entre más de 3 mil niños que presentaron propuestas para formar parte de los regidores infantiles, su hijo sería seleccionado como el alcalde de Saltillo.
“Estaba feliz, muy contenta, no lo podíamos creer cuando nos dijeron que él sería el alcalde”, dice Juanita.
Leonardo tiene 11 años, es alumno de la escuela primaria Pablo L. Sidar y de la escuela para invidentes de Saltillo. Él y sus otros dos hermanos, Sebastián de 13 años y Mateo de tres, nacieron con catarata congénita, y tienen visión corta, una discapacidad visual que solamente les permite ver a menos de 10 centímetros utilizando lentes especiales.
Juanita y su esposo Juan Manuel han estado en hospitales por mucho tiempo durante los 13 años que han sido padres. Con Leonardo, por ejemplo, hace tres años duraron 3 meses allí, pues se rompió un brazo al caerse en la escuela para invidentes, y requirió varios meses de recuperación en el hospital. Luego se rompió la pierna y después se lastimó el dedo.
Hace 13 años, cuando nació Sebastián, el más grande de sus hijos, Juanita cayó en una terrible depresión, cuando le dijeron que su hijo tenía una discapacidad, pero con el tiempo supo que hay muchas formas de salir adelante.
Todos sus hijos han pasado por el quirófano en operaciones visuales, el más pequeño, Mateo, ya tuvo su primera cirugía, y próximamente tendrá otra.
Mientras su esposo trabaja, Juanita se hace cargo de todo lo relacionado con sus hijos, desde llevarlos a las escuelas, e ir por ellos; las labores de su casa y las tareas.
Dice que aunque siempre logra hacer todo en el día, sí acaba rendida.
Su hijo, el alcalde Leonardo, reconoce a su mamá como una persona que siempre se ha esforzado por darles todo y que les ha enseñado a salir adelante.
“Siempre nos han sacado adelante, les agradezco mucho. Ella le echa muchas ganas para podernos sacar adelante, y me dice que le eche ganas en la escuela para poder ser una gran persona en la vida”, dice Leo.
El alcalde dice que las mamás trabajadoras, como la suya, merecen descansar cada día, porque “ellas ya hicieron toda la mañana las labores de la casa, nos hicieron de comer. Las mamás hacen muchas cosas por nosotros los niños”.
Juanita les ha enseñado a sus hijos que ninguna discapacidad es impedimento para salir adelante. Les ha enseñado valores, sobre todo el respeto.
Son una familia unida que ha superado cualquier reto que la vida les ha puesto, y esa unidad ha sido la clave para salir adelante cada día.
Por eso ella se merece formar parte de éste selecto grupo de mamás fuera de serie. (JOSÉ TORRES)
Maribel Lugo: bailar al ritmo de la maternidad
La mamá que convirtió su profesión en la mejor herramienta para educar a sus hijos
Maribel Lugo, directora de la Escuela Profesional de Danza Coahuila se convirtió, casualmente, por primera vez en madre un 10 de mayo y, entre sus muchos talentos, asegura que el de ser mamá de tres pequeños −Sebastián de 12 años, Emiliano de 10 y Darío de 6−, es lo que más le apasiona.
«La maternidad para mí ha sido una de las más importantes áreas de mi vida, de los momentos más significativos y de mayor realización y plenitud personal. Es algo que como mujer, como ser humano, me ha abierto otros panoramas. Pienso que ha tocado fibras muy sensibles que me han hecho también sensible a la realidad de mi mundo y de las demás personas», dijo en entrevista para El Heraldo.
Buscando alternativas para atender la discapacidad de su segundo hijo, Emiliano, que tiene Síndrome de Down, la también psicóloga, a través de un arduo proceso de investigación, convirtió al recinto que preside en filial del Psicoballet Coahuila, como alternativa viable para el desarrollo del potencial y habilidades intelectuales, emocionales y artísticas de personas con discapacidad. Fue así que se sobrepuso a la adversidad y reconoció en su hijo a un ser especial para amar.
«En mi caso tengo un hijo con discapacidad (Emiliano). El temor de no estar preparada, de no hacer bien las cosas, el reto de enfrentarme a una necesidad especial y a una demanda de mayor preparación, atención y entrega. Emiliano ha sido mi maestro en esta área de la maternidad y la discapacidad y ha sido también mi guía y mi motor para afrontar el reto», indicó.
Esposa del también profesional de la danza, Rodolfo Moreno, considera que tanto la maternidad como la paternidad se comparten y, a su vez, asegura que así como detrás de «cada gran hombre hay una gran mujer», así lo es en el caso contrario, por lo que agradece la presencia de su compañero de vida con el que ha construido una gran familia. A su vez, y a manera de reconocimiento por este Día de las Madres, felicitó a las reinas del hogar en esta significativa fecha.
«Las felicito porque cada una desde su trinchera hace su labor lo mejor que puede, porque cada una vivimos nuestra maternidad desde nuestra propia historia, desde nuestra propia experiencia y nuestras propias herramientas y capacidades. Cada quien en su circunstancia, en su mundo, en su tiempo, en su lugar, pero todas estamos hermanadas por este maravilloso sentimiento». (OMAR SOTO)
María Santillana, una mujer a la que no detiene ni la enfermedad ni la pobreza
Ante el abandono que sufrieron sus nietos, ella se convirtió para ellos en una nueva mamá
María de Jesús Santillana de los Santos, de 63 años, es una mujer de una voluntad inquebrantable y de una fortaleza a toda prueba, a pesar de su deteriorada salud, ya que hace poco, debido a la diabetes que padece, perdió parte de su pie izquierdo, y actualmente camina con dificultad debido a las úlceras que presenta en ambas piernas.
Su estado físico no ha sido impedimento para hacerse cargo de sus cinco nietos y una bisnieta, con quienes habita en un humilde tejabán de la colonia Morelos Quinto Sector, al oriente de Saltillo.
Mencionó que su hijo Román, padre de sus nietos, se fue a la ciudad de Monterrey para buscar un trabajo que le permitiera hacerse cargo de la manutención de estos últimos, sin embargo, decidió quedarse en la vecina ciudad y empezar una nueva vida, mientras que su pareja, de nombre Beatriz Castillo, conoció igualmente a otra persona con quien se fue a vivir, dejando a sus hijos a su suerte, según manifestó.
Menciona que tiene también otros dos hijos de nombres Víctor Manuel y José Alfredo, de quienes hace tiempo que no sabe nada.
Ante este escenario, doña María Santillana decidió enfrentar la situación y trabajar en lo que pudiera para ganar un poco de dinero y así procurarles lo necesario en su hogar.
Comenta que en los años que tiene de hacerse cargo de sus descendientes, se ha mantenido de la venta de productos reciclables, como fierro, aluminio y plástico, además de lavar, cocinar y planchar para otras personas que le pagan por estos servicios unos cuantos pesos.
“Siempre he cocinado con leña, nada más que ahorita por lo de mi pie no puedo salir a buscarla. Un día, a la mamá de mis nietos le dio permiso mi hijo de ir a trabajar, ahí se enamoró de otra persona. No me dijo nada, nomás se fue, me dejó a los niños y hasta ahora no ha vuelto”, dice la sexagenaria.
Doña Mary, como le llaman sus vecinos, señala que la mayor de sus nietos tiene 19 años, seguida por un joven de 17, otra adolescente de 16, y dos niñas de 8 y 6 años, mientras que su bisnieta, hija de la joven mayor, tiene apenas dos años.
“Cada uno tomó su rumbo, el papá de las niñas se fue a Monterrey, allá conoció a otra mujer, pero no viene, nada más habla que va a venir, pero no apoya, soy yo las que las visto y las calzo a las más chiquitas, les doy de comer. Logro juntar (dinero) lavando, planchando, juntando botes, fierro, junto de a cómo puedo y de allí saco, pero ahora como ando mala, pues se me dificulta más”, declaró la mujer.
“Hace tiempo volvió mi nuera y me dijo que me iba a quitar a las niñas más chiquitas, no sabe las que he pasado por darles lo que les hace falta. No sabe si están enfermas, si les pasa algo. Dice que si las quiere, pero cómo va uno a querer alguien a sus hijos teniéndolos lejos”, agrega.
Indicó que para su padecimiento, requiere medicamentos como Metformina y Gibenclamida para el control de la glucosa, así como antibióticos y sustancias de aplicación cutánea para su problema de pie diabético.
“Yo estoy aquí por mis nietos, voy a seguir hasta donde Dios me deje, no hay de otra. Nada más le pido que me regrese mi fuerza y mi salud para seguir adelante”, declara Doña Mary. (ÁNGEL AGUILAR)
Lorena Rosales: madre de un genio
Su hijo fue reconocido como el niño más inteligente de México
Lorena Rosales Elizondo es madre de Andrés Emiliano de la Garza Rosales, el adolescente que en 2017 obtuvo el mejor puntaje a nivel nacional en la Olimpiada del Conocimiento Infantil y que le valió ser conocido como “El niño más inteligente del país”.
Como en cada actividad de los hijos, los padres juegan un papel importante para lograr que se vuelvan éxitos, y así ha sido el caso de Lorena Rosales, quien se ha dedicado a impulsar a sus tres hijos: Lorena, de 21 años; Carlos de 17, y Andrés de 13.
Lorena Rosales descubrió a temprana edad de Andrés que era bueno para las matemáticas y muy aplicado en sus estudios, por lo que comenzó a buscar retos y objetivos para su hijo, cuando supo de la Olimpiada del Conocimiento Infantil, en donde participan más de 2.5 millones de niños en el país, junto con su hijo se pusieron el objetivo de lograr quedar entre los mejores 30 de Coahuila, quienes irían a una convivencia con el presidente.
Pero el apoyo de Lorena Rosales a su hijo fue una de las claves para que Andrés Emiliano lograra uno de sus primeros triunfos, convertirse en el niño más inteligente del país, pues obtuvo el mejor puntaje a nivel nacional en la prueba.
Entonces Lorena supo que su hijo era un niño de retos, y que tal y como lo ha hecho durante años con sus otros dos hijos, tenía que impulsarlo y apoyarlo en lo que le gustaba, por lo que comenzó a buscar más competencias.
En el 2018, Andrés Emiliano asistió por primera vez al concurso Recrea de matemáticas, en donde obtuvo el tercer lugar nacional en su categoría. Para este 2019 Lorena sabía que el reto era mayor, pues querían escalar en el podio.
La mamá de Andrés se dio a la tarea de buscar a más adolescentes para conformar un equipo que pudiera asistir representando a Saltillo al concurso realizado en el marco del Talent Land en Guadalajara, Jalisco.
Realizó las inscripciones y se encargó de la organización del viaje, convirtiéndose en asesora del grupo. Todo para que su hijo pudiera participar en el concurso de matemáticas Recrea 2019.
Andrés Emiliano logró lo esperado, lo que se había planteado junto con su madre, obteniendo el primer lugar nacional en la materia.
Lorena Rosales, además de ser mamá de Andrés, Carlos y Lorena, es también ingeniera química y trabaja en Capacitación de trabajadores de la industria de Saltillo y la región.
“Yo tengo un trabajo enfocado a la capacitación de trabajadores, y eso va de la mano con lo que hace Andrés. Nosotros manejamos herramientas como inteligencia emocional y programación neurolingüística y son técnicas que uso con Andrés, para que las conozca y utilice”, indica.
Es una mamá organizada, pues dice que es la clave para poder apoyar a cada uno de sus hijos en lo que les gusta, por eso cada noche estructura en su agenda lo que hará el día siguiente. Se ha convertido en una mamá y mujer ‘multitasking’.
Lorena dice que para poder lograr el éxito en cada uno de sus hijos ha seguido una fórmula especial: ha detectado qué le gusta a cada uno y los ha apoyado en sus decisiones.
“Si descubren que sus hijos tienen un talento, yo le digo a los papás que los ayuden a desarrollarlo, porque yo siempre le doy el consejo a mis hijos de que den el valor agregado en lo que hacen, que den el plus, para lograr sobresalir. A veces se quedan algunos en la zona del confort, en ser del montón, pero lo importante es sobresalir”, dice Lorena.
Rosales Elizondo está casada con Carlos Javier de la Garza Muñoz, y también señala que la clave de todo es la unión y la comunicación familiar. (JOSÉ TORRES)
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