“Dulce familia” una comedia crítica pero predecible
Todo parece indicar que estamos hundiendo el bello recuerdo que teníamos de la comedia mexicana, aquel que consolidaron personalidades de la talla del más grande actor del cine de comedia mexicano, Tin Tan, Cantinflas en su etapa de cine negro, Joaquín Pardavé, Mantequilla, Manolín y Shilinsky e incluso Pedro Infante, entre muchos otros. Una muestra de ello es “Dulce familia”, la más reciente cinta del realizador chileno Nicolás López, quien sigue navegando en el mundo de la crítica a los clichés.
La cinta narra la cercanía de la boda de Tami (Fernanda Castillo) con Beto (Vadhir Derbez), en la cual, la mayor preocupación es bajr de peso, una para entrar en el vestido de novia que le espera desde muchos años atrás y el otro para lucir bien al lado de su enamorada. En la trama, la familia juega el papel intimidador, haciendo bullying a la melosa pareja, desde la perspectiva de las hermanas (Regina Blandón y Paz Bascuñán) y la madre (Florinda Meza).
En realidad, la película tiene sus momentos destacados, sobre todo cuando el cineasta sudamericano se dedica a desmenuzar los efectos de la obesidad en términos de aceptación social, al interior incluso de la familia, detonando una crítica a los valores mediáticos, esparcidos en nuestras sociedades occidentales, como herramientas de control.
Vadhir Derbez y Fernanda Castillo, hacen una sátira de la pareja segregada por su condición de obesidad y retoman los caminos de los ‘normales’, donde intentan transitar para formar parte de los individuos aceptados por la sociedad, esa de la que tanto anhelan tomar distancia, pero que los succiona y los pretende transformar, sin importar sus sentimientos.
Cabe destacar que el diseño visual de la cinta, nos hace recordar en mucho los programas de la barra de comedia nocturna de hace 10 o 15 años en nuestro país, lleno de colores intensos, que terminan por incomodar al espectador. El trabajo histriónico de Fernanda Castillo destaca por encima del resto, convirtiéndose en un oasis ante tanta saturación.
El filme está plagado de chistes bobos sobreactuados, que ponen en evidencia la poca efectividad actoral de algunos personajes, lo cual propicia que, en términos generales, sea una película de esas que se consideran palomeras, con serias tendencias a lo previsible, a pesar de la crítica social que abandera.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita.
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Autor
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Periodista, escritor y catedrático. Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM y actualmente maestrante en Comunicación por la UACH.
Titular de columna "Cinematógrafo 04". Imparto Taller de Micrometrajes Documentales, así como el Diplomado en Cine y Cultura Popular Mexicana.
Ganador del premio a la investigación Ana María Agüero Melnyczuk 2016, que otorga la Editorial argentina Limaclara
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