VÍCTOR BÓRQUEZ NÚÑEZ
Jordan Peele, el director de “¡Huye!”, nuevamente explora en el siempre noble género del terror, logrando una película inquietante, bien actuada y con un impecable trabajo artístico en que sombras, luces y ambientes son vehículos magníficos para que el espectador sea sacudido por el perverso placer de lo sobrenatural. Un gran estreno que amplía las, a veces, estrechas fronteras del sobresalto para proponer una fuerte reflexión acerca de miedos y terrores cotidianos.
El director ganador de un Oscar al guion por “¡Huye!”, Jordan Peele, parece destinado a convertirse en una de las grandes figuras cinematográficas, elevando como bandera su, hasta ahora, brillante indagación sobre la naturaleza humana a través del género terrorífico.
“Nosotros”, su último trabajo, así lo comprueba. Protagonizada por Lupita Nyong’o y la estrella de ‘Black Panther’, Winston Duke, ambos interpretan a un matrimonio que debe hacer frente a un grupo de amenazantes doppelgänger, es decir, unos dobles que son idénticos a ellos, los cuales empiezan a ser una amenaza espantosa en su propio hogar.
Pronto, el espectador será sacudido por un dato terrorífico: hay una epidemia de dobles que están asolando los pueblos, avanzando hacia las grandes ciudades, formando una increíble cadena humana que tiene sus raíces en un oscuro y tenebroso episodio ocurrido en 1986, secuencia clave que se muestra al inicio, antes de los créditos.
Un dato es clave desde el comienzo: «Por eso, así dice el Señor: «Les enviaré una calamidad de la cual no podrán escapar. Aunque clamen por mí, no los escucharé». Esta cita bíblica (Jeremías 11-11) está mencionada de forma indirecta, sino que aparecen los datos del libro y versículo en un cartel que sostiene un extraño individuo y su presagio recorre el filme, haciendo que cobre sentido especialmente en la secuencia final.
En 116 minutos, el director Peele se une al fotógrafo Mike Gioulakis (responsable de la cinematografía del notable “It Follows’), para crear una película que supera con creces el margen que generalmente impone el género de terror, adentrándose de lleno en toda una lección acerca de la frágil naturaleza humana, siguiendo una estructura perturbadora, centrando el suspenso en un íntimo drama que tiene como centro a una familia negra, amenazada por seres que son idénticos a ellos mismos.
De esa conexión de sensibilidades entre el director Peele y su fotógrafo Gioulakis, este filme se erige como uno de los filmes de terror más hermosos de los últimos años, porque de verdad su foto, los ambientes que se filman y el juego con la iluminación son de una creatividad asombrosa. A ellos, se suma el músico Michael Abels, quien ha elaborado una banda sonora extraña, crispante y que semeja constantemente gritos y ruidos enervantes.
El realizador Peele ha superado con creces las naturales expectativas que había dejado su brillante “¡Huye!” y, lo más importante, ha crecido en originalidad y provocación, porque este trabajo tiene muchas lecturas posibles: como un filme de terror funciona perfectamente, pero también es un tratado acerca de la identidad fracturada de la nación y tiene, en este contexto, una lectura política respecto de cómo son tratadas las minorías en Estados Unidos.
Para destacar el trabajo interpretativo de Lupita Nyong’o, capaz de crear dos personajes diametralmente diferentes, con un trabajo de voz impresionante cuando asume su doble, su doppelgänger, jugando hasta el límite con los movimientos corporales, la postura, los movimientos y las expresiones faciales.
Plagada de citas y de referencias, a ratos el filme naufraga en un guion delirante, que abandona toda posibilidad de lógica y que de verdad resulta grandilocuente y ambicioso. No obstante ello, “Nosotros” es una de las mejores cintas de lo que va corrido 2019 por dos razones poderosas: su capacidad de provocación y su increíble capacidad para armar un filme apocalíptico con apenas una familia, sus dobles monstruosos y un mínimo de efectos especiales. Muy buena.
Con un evidente homenaje a los grandes iniciadores de los sobresaltos, tanto en la TV como en el cine -allí está el espíritu de Rod Serling y Wes Craven- esta película debe ser saludada como un título trascendente, capaz de provocar diferentes sensaciones y soporta muchas revisiones, porque a medida que el espectador se repite el visionado, comprende cuán grande es el cine en su capacidad para provocar y espantar, usando en este caso particular uno de los géneros más antiguos y nobles que existe: el terror.
Autor
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Periodista, Escritor
Doctor en Proyectos, línea de investigación en Comunicación
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