OPINIÓN

EN EL TINTERO

Por

7 marzo, 2019

Piso parejo

Que conveniente resultó para el alcalde de Torreón, Jorge Zermeño Infante, la protesta de taxis que argumentan “hartazgo” por la operación de UBER en esta ciudad. Desde hace meses los choferes de la plataforma digital han denunciado hostigamiento y amenazas para retirarse de la operación, por amenazar los intereses de la autoridad. ¿En qué sentido? En la Laguna todo el mundo sabe que el edil cuenta con una flotilla de taxis que se ve afectada por la competencia de esta nueva plataforma digital.

Choferes de UBER que llevan el sustento a sus hogares a través de esta opción laboral, han expuesto testimonios de cómo son perseguidos por las unidades de tránsito para decomisar sus vehículos y pagar grandes cantidades para rescatarlos del corralón y poder volver a operar.

Sólo en la multa los propietarios de estos autos tienen que erogar hasta 20 mil pesos, sin considerar el pago del corralón y los trámites necesarios para regresar a la circulación.

Y que ni se les ocurra tomar pasaje en lugares con presencia policiaca porque entonces son sometidos a todo tipo de castigos económicos y cae en ellos todo el peso de la ley. ¿Pero qué pasa con aquellos taxis que cometen una irregularidad, no utilizan el taxímetro y cobran el traslado a su libre albedrío? Nada, porque no se trata de Uber.

Las unidades de Uber, cobran más barato en la región y tienen un estricto control, pero no de la autoridad; sin embargo, algunos taxistas cometen toda serie de fechorías que no son reclamadas por las autoridades, pero acusan de una competencia desleal.

Los taxistas alegan que son 3 mil los choferes y concesionarios que han registrado pérdidas del 30 al 40 por ciento por la presencia de Uber, insisten, por una competencia desleal. ¿Y no se han preguntado porque la gente prefiere el servicio de la plataforma digital?

Es cierto que todas las unidades de transporte público deben cumplir con un control municipal, pero ¿qué pasa cuando es parte de la controversia la propia autoridad?

Es importante que el piso parejo sea para todos y que eso signifique que dejen de hostigar, intimidar y castigar a los UBER, que tampoco la están pasando nada bien.

Habría que analizar cómo opera la flotilla de taxis que, aseguran, pertenecen al alcalde Jorge Zermeño, si cumplen con los requerimientos y saber si no son quienes están impulsando esa manifestación con el pretexto de una competencia desleal.

Que regulen lo que haya que regular, pero que respeten el trabajo de aquellos que de manera honesta sólo buscan llevar sustento a su hogar, taxis, UBER o cualquier plataforma digital.

Autor

Jessica Rosales: Reportera desde enero de 2000. Fundadora de la Agencia de Noticias Digital UNIMEDIOS. Actualmente titular del noticiero Capital Noticias 91.3FM en Saltillo y Coordinadora de Contenidos de Capital Media Coahuila. Escribo la columna “En el tintero” que difunde El Heraldo de Saltillo, La Otra Plana y Capital Coahuila.