CIUDAD DE MÉXICO. Como no ha ocurrido en la historia reciente, el Ejército se convierte en un apoyo para el gobierno de la República.
Apenas este viernes el presidente de la República reconoció en Minatitlán, Veracruz, la lealtad del Ejército y la Marina, apenas un día después de que surgieron las primeras amenazas del crimen organizado en su contra por el combate al robo de combustibles.
El Presidente decidió sacar del ostracismo a las Fuerzas Armadas, reacias a salir a la luz, ahora son presumidos por el Presidente como constructores, productores de pies de siembra, maestros de conducción, además de sus labores de combate a la delincuencia en las que se han enfocado tradicionalmente.
Apenas al inicio de su administración, el Presidente confirmó que el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco sería cancelado. El Ejército, informó, será el encargado de construir las dos pistas de su propuesta de reconfiguración del aeropuerto en Santa Lucía.
“Ellos tienen capacidad para hacerlo y se le están asignando recursos para ese propósito. Estamos confiando al Ejército la construcción de las pistas y de la terminal y todo”, dijo el Presidente el 20 de diciembre.
También, construirán el edificio terminal, dejando a las empresas constructoras de la iniciativa privada sólo el diseño y ejecución de los accesos, vialidades, y sistemas de transporte público hacia la nueva terminal, informó Excelsior.
También al inicio de la administración dio a conocer el proyecto de Guardia Nacional que se nutriría en primera instancia de elementos del Ejército y de la Marina Armada de México, en tanto que en el Congreso se desarrollaba el proceso para aprobar esa nueva corporación.
En total 35 mil elementos elementos de la Policía Naval y Policía Militar iniciaron operaciones propias de la Guardia Nacional pese a que aún no ha sido aprobada por el Congreso.
Concretamente en Tijuana los elementos castrenses iniciaron ya tareas propias de la Guardia Nacional.
En su combate al robo de combustibles, el Ejército y la Marina han sido protagonistas. Ocho mil elementos han sido desplegados en la vigilancia de los ductos para impedir que sean ordeñados por el crimen organizado.
Mediante helicópteros, aviones, con elementos en tierra, y cerrando ductos, el gobierno de la República dio “en el clavo”, de acuerdo con el presidente Lopez Obrador.
De los 80 mil barriles diarios que eran sustraídos de los ductos de Pemex, la cifra se redujo a tres mil a mitad de esta semana.
Por ello el Presidente se hace acompañar constantemente del secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, y del secretario de Marina, Rafael Ojeda.
Ha sido en el combate al robo de combustible donde el Ejército y la Marina ha mostrado más versatilidad, pues además de los soldados desplegados en once ductos del país, fue el Ejército el encargado de convocar y contratar a quienes operarán las pipas que servirán de alternativa al cierre de ductos cuando éstos deban detener actividad por tomas clandestinas.
Incluso el Ejército ha vigilado a personal de las refinerías para evitar que sustraigan o ingresen objetos indebidos de la planta.
Este fin de semana el Ejército tuvo una destacada exposición al hacer visible el cerco de seguridad en torno al Presidente en sus actos públicos con elementos vestidos de civil que tomaron en sus manos el resguardo del titular del Ejecutivo por sobre la Ayudantía creada por el propio López Obrador.
Paralelamente a este visible despliegue, el Ejército, anunció el Presidente, entregará al gobierno los árboles necesarios para el programa Sembrando Vida, que contempla un millón de hectáreas. (EXCELSIOR)
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