Caravana migrante, visibilidad para centroamericanos en tránsito por México

 (Xinhua/Rafael Ochoa) ( 

Ensenada, Baja California.- La caravana migrante que el 12 de octubre de 2018 salió de Honduras con rumbo a Estados Unidos, hizo visible un fenómeno social que inició desde 2014 con el arribo masivo de familias centroamericanas a la frontera sur estadounidense.

En 2014, el volumen de migrantes centroamericanos que llegaron de forma irregular a la frontera entre México y Estados Unidos fue cinco veces mayor al registrado en 2012, de acuerdo con datos expuestos en el artículo “Migración centroamericana en tránsito irregular por México. Nuevas cifras y tendencias”.

En su artículo, el doctor Ernesto Rodríguez Chávez, investigador de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), resalta que del total de migrantes centroamericanos que en 2016 arribaron a la frontera sur de Estados Unidos, 52 mil eran menores de edad no acompañados y más de 61 mil eran integrantes de familias que incluían niños y adolescentes.

“Entre 2012 y 2015, los centroamericanos representaron en promedio 92 por ciento del total de migrantes retenidos por el Instituto Nacional de Migración de México (INM) y 94 por ciento entre los migrantes no mexicanos aprehendidos por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en la zona de la frontera con México”.

Estas cifras evidencian que la más reciente caravana de migrantes centroamericanos, constituida en su mayoría por hondureños, no es un fenómeno que surgió repentinamente, sino parte de una tendencia de desplazamiento de personas que dejan sus países de origen en busca de mejores condiciones para vivir o para huir de la violencia.

El pasado 22 de noviembre de 2018, investigadores de El Colef aplicaron una encuesta a mil 37 integrantes de la caravana migrante que arribó a Tijuana, Baja California, y que fueron albergados en la Unidad Deportiva Benito Juárez.

De los encuestados, más de 50 por ciento respondió que su intención es cruzar a Estados Unidos y la quinta parte especificó que buscaría el asilo del gobierno estadounidense; hasta el 4 de diciembre de 2018, cuando los investigadores de El Colef presentaron públicamente los resultados de la encuesta, mencionaron que la lista de espera para solicitantes de asilo en Estados Unidos era de cinco mil personas.

Los mayores índices de rechazo

¿Ante qué panorama se encuentran los migrantes centroamericanos que ven en la solicitud de asilo la vía para cruzar a Estados Unidos?

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Rafael Alarcón Acosta, investigador de El Colef, apuntó que el gobierno estadounidense únicamente otorga asilo a aquellas personas que logran demostrar que son perseguidas por su raza, religión, nacionalidad, membresía a un grupo social particular u opinión política.

En 2016, refirió el investigador, el gobierno de Estados Unidos concedió 20 mil 455 resoluciones positivas a solicitantes de asilo de todo el mundo, de los cuales 22 por ciento procedían de China, 11 por ciento de El Salvador, 10 por ciento de Guatemala, siete por ciento de Honduras y cinco por ciento de México.

En el caso de México, no solo se encuentra entre los países con el menor número de solicitudes de asilo aprobadas por el gobierno estadounidense, sino que encabeza la lista de países con mayor índice de rechazo, con 88 por ciento.

Con base en un estudio de la Universidad de Siracusa, el doctor Rafael Alarcón indicó que entre 2012 y 2017 los países con más solicitudes de asilo rechazadas —después de México— eran Haití con 86 por ciento, El Salvador con 79 por ciento, Honduras con 78 por ciento y Guatemala con 74 por ciento.

“Esto muestra muy bien que las personas de la caravana migrante, la mayor parte de América Central, que soliciten asilo, lo más probable es que no se los concedan por estos altísimos porcentajes de rechazo”, advirtió.

No obstante, consideró que lo más apropiado será esperar la respuesta del gobierno de Estados Unidos, pues a pesar de los bajos índices de resolución positiva hacia las peticiones de asilo presentadas por ciudadanos centroamericanos, también hay quienes son aceptados y eso dependerá, en gran medida, de la capacidad que tengan para demostrar que son perseguidos por alguna de las cinco razones contempladas.

 (Xinhua/Omar Martínez) 

Salud pública

Las manifestaciones a favor y en contra que despertó la caravana migrante fueron abiertas y públicas. Uno de los comentarios constantes de quienes están en contra de la estancia de los migrantes centroamericanos en Tijuana, es que representan un problema de salud pública.

La encuesta aplicada por los investigadores de El Colef el 22 de noviembre arrojó que las principales enfermedades que presentan los integrantes de la caravana están relacionadas con problemas en las vías respiratorias.

En entrevista, la doctora Ietza Bojórquez Chapela, investigadora de El Colef y colaboradora en la encuesta, subrayó que no existen motivos para considerar que los integrantes de la caravana representan un riesgo de salud pública.

“Una preocupación que es muy frecuente es que nos van a traer enfermedades infecciosas y eso tampoco debería ser una preocupación porque la mayor parte de las enfermedades que ellos tienen ahora son enfermedades respiratorias agudas como gripa, sencillas de tratar, sencillas de manejar y que están en esa situación por las condiciones en que se han venido moviendo”.

A lo largo del trayecto de la caravana migrante por México, las distintas jurisdicciones sanitarias han estado vigilando la posibilidad de cualquier enfermedad infecciosa que pudiera ser de preocupación y han realizado campañas de vacunación y, en general, cobertura en salud.

La doctora Ietza Bojórquez enfatizó que el principal riesgo en lo que respecta a salud pública, son las condiciones de hacinamiento y falta de higiene en que se encuentran los integrantes de la caravana, lo que sí podría generar consecuencias para el mismo grupo de migrantes.

Un fenómeno ágil y permanente

Como producto de la encuesta aplicada por los investigadores de El Colef para elaborar una caracterización sociodemográfica de los integrantes de la caravana migrante, se publicó la versión preliminar del documento titulado La caravana de migrantes centroamericanos en Tijuana 2018 diagnóstico y propuestas de acción.

(Xinhua/Xin Yuewei) 

Durante el evento en que se presentaron los resultados del estudio, los investigadores que colaboraron coincidieron en que el levantamiento de información es indispensable tanto para que las autoridades tomen decisiones certeras ante el fenómeno migratorio, como para satisfacer la urgente necesidad de datos que aporten al debate público.

La doctora Dolores París Pombo hizo notar que, en relación con el flujo de centroamericanos que han transitado por México los últimos años, la caravana migrante no representa un volumen fuera de lo cotidiano, pero aun así generó atención internacional.

“Por primera vez y por única vez hasta ahora, (los migrantes centroamericanos) son visibles, y generalmente estas personas transitan de manera invisible, por redes necesariamente clandestinas debido al alto nivel de control migratorio y todos los riesgos que sabemos por los informes de derechos humanos que suceden en nuestro país”, señaló la investigadora durante su participación en el evento, celebrado el 4 de diciembre de 2018 en El Colef.

La intensa cobertura mediática que a nivel nacional e internacional ha recibido la caravana, así como las menciones que vía Twitter realiza el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el movimiento migratorio, son algunos de los puntos clave para comprender el alto grado de atención que han generado, aunado a la estrategia de trasladarse en grupo, en lugar de individualmente.

El doctor Oscar Contreras Montellano, también investigador de El Colef, anotó que es importante contribuir a la comprensión e incidencia en un fenómeno que cambia ágilmente pero que, a su vez, deja entrever que se convertirá en permanente en tanto no cambien las condiciones de expulsión en Centroamérica.

La combinación entre las condiciones de expulsión de los países centroamericanos, dijo, y la condición fronteriza de Tijuana mantendrán esta ciudad como un lugar de destino para los migrantes de Centroamérica. (CONACYT)

 

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Agencias