JOSÉ PABLO LADRÓN DE GUEVARA
Super Bowl LIII
Llegó el gran juego. Después de 20 semanas de acción quedaron dos sobrevivientes, que pelearán por el trofeo Vince Lombardi en Atlanta. Por un lado, tenemos los viejos conocidos Patriotas de Nueva Inglaterra, buscando alzar su sexto trofeo en 18 años. Por el otro están los Carneros de Los Ángeles, quienes prácticamente no tienen ninguna experiencia en este tipo de partidos. Ambos equipos quedaron como segundos en su conferencia, y para avanzar tuvieron que ir a Kansas City y Nueva Orleans, respectivamente, para obtener el boleto al Super Bowl. Esas últimas victorias como visitantes resaltaron sus virtudes ofensivas y defensivas, dejando en claro que merecían llegar hasta esta instancia.
La filosofía de ambos equipos es muy distinta. Los Patriotas se basan en un sistema, en el cual las estrellas no son relevantes. Casi nunca gastan en agencia libre, sus armas más importantes no son grandes selecciones en el draft (como Tom Brady y Julian Edelman), y no se tientan el corazón en dejar ir a un buen jugador si creen que sus mejores años quedaron atrás. Mientras que los Carneros esta temporada se concentraron en firmar grandes nombres en agencia libre, principalmente en defensa (como Marcus Peters, Ndamukong Suh y Aquib Talib), buscando llegar al Super Bowl. También, sus principales armas ofensivas son selecciones altas del draft, específicamente Jared Goff y Todd Gurley. Aunado a la discrepancia de filosofías, resalta la diferencia en los entrenadores. Bill Belichick es el segundo con mayor edad en la NFL y es de mentalidad defensiva. Sean McVay es el más joven de la liga y es un genio ofensivo. Es por esto que este encuentro va más allá de lo que sucede en el emparrillado, es una batalla generacional y de ideologías.
Tom Brady llega a su noveno Super Bowl, buscando ser el único jugador desde la creación de dicho juego en conseguir seis anillos. Lo impresionante es que, aún a sus 41 años, durante todo el año se ha visto en excelente forma física y es capaz de lanzar todo el juego si es necesario, situación que no se vio en otros mariscales en ese rango de edad, como Payton Manning. Su gran aliado ha sido el juego terrestre, liderado por el novato Sony Michel. Él, en los dos juegos de playoffs, promedia 121 yardas, 26 acarreos y 2.5 touchdowns. Su gran desempeño le ha quitado presión a Brady, porque las defensas contrarias se preocupan en detener las corridas, generando espacios en el juego aéreo. También resalta el gran desempeño de Julian Edelman, quien ya se convirtió en el segundo receptor con más yardas en la historia de la postemporada. Él y Brady, durante los juegos decisivos, tienen una gran química, que se ve reflejado en las 123.5 yardas y 8 recepciones en promedio de los últimos dos partidos. Como Nueva Inglaterra no cuenta con un gran grupo de receptores, se espera que Edelman sea el más buscado por Brady durante el Super Bowl.
La defensa de los Patriotas es sólida, pero no espectacular. Durante la temporada aceptó 20.3 puntos por juego (7mo mejor), pero le avanzaban 359.1 yardas totales (21°). Lo que esto demuestra es que el poderío del grupo está en la zona roja, ya que permite que los contrarios avancen el balón, pero no les anotan 7 puntos constantemente. El mejor jugador defensivo es el esquinero Stephon Gilmore, quien seguramente cubrirá al receptor Brandin Cooks durante todo el partido, buscando eliminar la amenaza que representa su explosividad. Los Patriotas saben que la máquina ofensiva de los Carneros funciona si su juego terrestre es efectivo, por eso no sorprendería que los esquemas defensivos se concentren en poner muchos jugadores en la caja, haciendo que Jared Goff, el mariscal, sea el protagonista de Los Ángeles y no los corredores Todd Gurley y CJ Anderson. En promedio en los últimos tres Super Bowls que han jugado los Patriotas permiten 31 puntos, veremos si son capaces de reducir ese número el domingo.
La ofensiva de los Carneros resalta por su balance, fue la quinta mejor en yardas por pase y la tercera mejor en yardas por corrida. Su jugador clave es Todd Gurley, no por nada las tres derrotas que tuvo el equipo se dieron cuando él acarreó el balón menos de 15 veces. En prácticamente el último mes no ha tenido gran impacto por lesiones, pero las dos semanas de descanso para el Super Bowl deben ser muy benéficas para que recupere el nivel. Si es capaz de llegar al promedio que tuvo en la temporada de 130 yardas totales por juego, los Carneros tendrán gran oportunidad de alzar el título. En el juego aéreo Robert Woods será el factor clave, teniendo en cuenta que Brandin Cooks estará muy bien cubierto. Woods se destacará siendo el receptor buscado por Goff en situaciones de tercera oportunidad, con rutas cortas que mantengan a los Carneros avanzando las cadenas. También, al ser Sean McVay un entrenador con alta creatividad, seguramente veremos una o dos jugadas de fantasía que busquen sorprender a la defensa contraria, emulando lo que sucedió el año pasado con la jugada “Philly Special” que hicieron las Águilas y resultó en anotación.
El corazón de la defensa de Los Ángeles es el liniero Aaron Donald, quien lideró la NFL en capturas este año con 20.5. Él es capaz de sofocar a los mariscales contrarios en cualquier momento, por lo que sus rivales regularmente le ponen dos linieros ofensivos a cubrirlo. El domingo habrá una gran batalla en las trincheras, porque Donald enfrentará a la línea de Nueva Inglaterra que no ha permitido una sola captura en los playoffs. Acompañando a Aaron están Ndamukong Suh y Michael Brockers, grandes jugadores que deben demostrar su calidad en el escenario más grande. En el pasado hemos visto que Brady es vencible si constantemente tiene presión, por eso estos tres jugadores son vitales en las esperanzas de los Carneros. Por otro lado, la secundaria deberá estar a la altura del dinero que pagaron por ellos durante el verano, en especial Marcus Peters y Aquib Talib. Tom Brady promedia en sus últimos tres Súper Bowls 433 yardas por aire, lo que quiere decir que constantemente estarán siendo atacados de diferentes ángulos y esquemas. Deben ser capaces de ganar sus duelos uno contra uno, forzando a Brady a quedarse con el balón más tiempo, haciéndolo más vulnerable a la presión de la línea defensiva.
Nos espera un juego muy cerrado. En todos los Super Bowls que los Patriotas han jugado el margen de victoria más alto ha sido de 6 puntos. Actualmente en las apuestas ellos son favoritos por 2.5 puntos, en gran medida por la experiencia que tienen y el gran nivel demostrado en la final de conferencia contra los Jefes. Pero también los Carneros cuentan con grandes cualidades, que podrían explotar las deficiencias de su contrario. La cuestión es que la defensa de Los Ángeles tiene más jugadores de impacto, que pueden realizar una jugada grande en el momento más oportuno. Es por esto que mi pronóstico es que Sean McVay se convierte en el entrenador más joven de la historia en ganar un Super Bowl,
Rams ganan 28-27
MVP: Aaron Donald
You may not know:
- 27 jugadores activos de los Patriotas han ganado un Super Bowl, de los Carneros sólo 3.
- La dupla Brady-Belichick hará su novena aparición en un Super Bowl, más del doble que cualquier otra.
- Jared Goff llegó al Super Bowl en su tercera temporada como profesional, la menor cantidad en la historia entre los mariscales seleccionados número uno en el draft.
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