Beijng.- Durante unos dramáticos 12 minutos, la sonda lunar china Chang’e-4 descendió y aterrizó suavemente este jueves en un cráter de la cara oculta de la Luna.
El jefe de diseño del programa de exploración lunar de China, Wu Weiren, recordó que la Chang’e-3 había aterrizado en Sinus Iridum, también llamada bahía del Arcoiris, en la parte visible del satélite, un área tan plana como la llanura del norte de China, mientras que el sitio de aterrizaje de la Chang’e-4 es tan escarpado como las altas montañas y colinas de la provincia suroccidental de Sichuan.
Los expertos chinos sobre el espacio eligieron el cráter de Von Karman, en la cuenca de Aitken del polo sur, como el lugar de llegada de la sonda lunar. El área disponible para el aterrizaje es solo una octava parte de la designada para la Chang’e-3 y está rodeada de montañas de 10 kilómetros de altura.
A diferencia de la curva parabólica de la trayectoria de descenso de la Chang’e-3, la Chang’e-4 realizó un aterrizaje casi vertical, explicó Wu.
«Esto fue un gran reto por el escaso tiempo, alta dificultad y riesgos», agregó el diseñador.
El proceso entero fue automático, sin intervención del control por parte de la Tierra, pero un satélite transmitió imágenes del proceso de aterrizaje, apuntó.
«Optamos por una estrategia de descenso vertical para evitar la influencia de las montañas sobre la trayectoria de vuelo», indicó Zhang He, director ejecutivo del proyecto de la sonda Chang’e-4 de la Academia de Tecnología Espacial de China.
Li Fei, uno de los diseñadores de la sonda, precisó que cuando comenzó el proceso, se encendió un motor para disminuir la velocidad relativa de la nave de 1,7 kilómetros por segundo a casi cero y la postura de la sonda fue ajustada para encarar la Luna y descender verticalmente.
Al descender a una altitud de alrededor de dos kilómetros, las cámaras tomaron fotos de la superficie lunar, por lo que la sonda pudo identificar grandes obstáculos como rocas o cráteres, dijo Wu Xueying, jefe de diseño adjunto del programa de la Chang’e-4.
A 100 metros de superficie, el aparato flotó para detectar obstáculos más pequeños y medir las pendientes en la superficie lunar, agregó Wu Xueying.
Después del cálculo, la sonda halló el sitio más seguro y continuó con su descenso. Cuando estaba a dos metros de la superficie, el motor se apagó y la nave aterrizó con cuatro patas amortiguando el impacto. (XINHUA)
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