Jesús Molina firma con Chivas, pese a que su corazón es águila

CIUDAD DE MÉXICO. Jesús Molina siempre va contracorriente. Se rebeló a su padre al elegir el futbol en lugar del beisbol, jugó con el Monterrey a pesar que había iniciado su carrera en Tigres y ahora firma con Chivas, aunque su corazón es águila.

A Molina, en su natal Hermosillo, Sonora, le enseñaron a barrerse para robar base y a que la pelota se le pega con un bat. Pero a Chuy le importaba más patear el balón y anotar goles, narró Excelsior.

«Su papá lo quería llevar al beisbol, a una liga que yo tengo. Entonces el primer día que va, había partido de futbol a un lado y eso le llama la atención. Varios niños lo empezaron a invitar a entrenar, su papá no quería y Jesús hace su berrinche para jugar futbol. Ahí inició toda la historia», cuenta Cristóbal Vargas, amigo de la familia de Jesús Molina.

Su afición al América nació gracias al hijo del compadre de su papá. Hugo Vargas, exdefensa central de las Águilas. Venía a México para entrenar con el equipo de Coapa, cuando regresaba a Sonora le contaba a Jesús sobre las Águilas y le regalaba objetos de los azulcrema.

«Mi hijo (Hugo Vargas) estuvo en Coapa varios años, en fuerzas básicas, y entonces platicaba seguido con Jesús cada que venía a Sonora. Esa es unas de las razones por las que le va a las Águilas», recuerda Cristóbal Vargas.

Molina debutó con Tigres, en 2013 llegó al América para ganar dos campeonatos de Liga y una Concachampions. Firmó en 2015 con Santos y en 2017 ya estaba en Rayados. A finales de 2018 ficha con las Chivas, motivo por el que no podrá estar en el partido de beisbol que juega su familia cada año.

«Como tradición, su familia juega un partido de beisbol cada fin de año. Molina ya quería ir a entrenar con Chivas y avisó que no iba a venir».

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Agencias