PLAZA CÍVICA

¿EN QUÉ SE VA A GASTAR NUESTRO DINERO EN 2019?

Las épocas navideñas son tiempos de buenos deseos, épocas en donde los niños le piden juguetes a Papá Noel, los jóvenes le piden juguetes más elaborados a sus papás, y los adultos le piden otro tanto a los cielos. Esas mismas celebraciones suceden también a nivel nacional, porque diciembre es el mes en que la familia mexicana aprueba el dinero que recaudará y gastará en todo el año siguiente. Si a nivel individual y familiar se viven buenas dosis de ansiedades y esperanzas, temores y felicidades, a nivel nacional ni se diga.

La Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación han sido finalmente aprobados. En el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, estos documentos representan básicamente la estrategia nacional que seguirá en los siguientes años el nuevo mandatario mexicano en un entorno de altas y peligrosas expectativas.

Representan su estrategia porque el dinero es el medio con el que pretenderá cumplir sus promesas, con el que querrá alcanzar determinados fines. Y las altas expectativas resultan peligrosas porque el dinero es el juez último entre las aspiraciones y la realidad; si los fines pueden ser infinitos, los medios siempre son finitos.

Anteriormente los cálculos hechos para elaborar la Ley de Ingresos (recaudación) se realizaban a la baja con la mañosa idea de que los recursos extras se pudiesen gastar sin vigilancia del Congreso, ocasionando mucha corrupción (la regla bajo EPN); eso afortunadamente terminó. Sin embargo, ahora los recursos se han calculado hasta cierto punto a la alta para darle gusto a la mayor cantidad de grupos de interés posible. Se han generado falsas expectativas porque no habrá tales cantidades de dinero, lo que podría generar algunos problemas el siguiente año.

Por otra parte, el Presupuesto de Egresos (gasto) efectivamente llevará a cabo algunas de las principales propuestas de campaña del nuevo presidente, lo que en muchas instancias representa un problema. Algunos trazos generales:

• Órganos autónomos: todos tienen reducciones presupuestales, lo que va de la mano con la desconfianza institucional, la falta de compromiso con la profesionalización burocrática, y una alergia a ciertos asuntos de importancia en el actual gobierno.

• Educación: el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE, órgano autónomo) tendrá una reducción de 1/3 en su presupuesto, lo que va de la mano en la intención de eliminar la reforma educativa.

• Seguridad/justicia: aumentos a SEDENA y SEMAR, y reducciones en la Fiscalía General de la República (FGR) y el Poder Judicial. Lo anterior en un país que ha matado a muchos delincuentes pero tiene serios lastres en persecución criminal e impartición de justicia.

• Desarrollo social: resultan positivos los programas de la tercera edad y aquéllos destinados a jóvenes. El problema radica en cómo se habrá de ligar a los jóvenes con las empresas como aprendices, y nuevamente, en la eliminación de la reforma educativa. Así, efectivamente, tienen un fuerte tufo clientelar/asistencialista.

• Medio Ambiente: estas áreas reciben sustanciales recortes, en un tema que podría resulta inclusive de seguridad nacional ante la amenaza del calentamiento global.

• Ciencia y tecnología: si ésta área que resulta imprescindible para alcanzar el primer mundo ha tenido históricamente un presupuesto paupérrimo, con los nuevos recortes los tendrá aún más.

• Infraestructura/energía: se ha anunciado un importante aumento en infraestructura, pero por dos elefantes blancos que se van a construir: la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya. Y la reforma energética, en los hechos, se tirará por la borda.

• Salud: habrá aumentos presupuestales en esta área fundamental, lo que resulta positivo ya que el anterior gobierno resultó un rotundo fracaso.

Poca construcción institucional, y poca construcción de capacidades humanas: es lo que viene el siguiente año y, tal vez, los siguientes años. Como era de esperarse, no es un gasto para el futuro.

www.plaza-civica.com @FernandoNGE

Autor

Fernando Nùñez de la Garza Evia
Fernando Nùñez de la Garza Evia
Licenciado en derecho por la Universidad Iberoamericana (UIA). Maestro en estudios internacionales, y en administración pública y política pública, por el Tecnológico de Monterrey (ITESM). Ha publicado diversos artículos en Reforma y La Crónica de Hoy, y actualmente escribe una columna semanal en los principales diarios de distintos estados del país. Su trayectoria profesional se ha centrado en campañas políticas. Amante de la historia y fiel creyente en el debate público.
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