Ciudad de México.- Los programas estrella de Andrés Manuel López Obrador para apoyar a los jóvenes quizá no les gusten tanto a los millennials mexicanos.
Y es que sólo una parte de esta población nacida entre 1980 y 1999 podrán obtener los beneficios de becas o el ingreso del programa de aprendices para que adquieran habilidades para el trabajo, pues «ya no están tan chiquitos», consideró este martes Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Explicó que dentro de los millennials hay dos extremos: el derecho que ya está por cumplir 40 años y el izquierdo, los más jóvenes y a quienes sí «les tocaría algo» del programa de becas.
«Sí les va a tocar a la cola izquierda de la generación millennial algo de programa de becas, pero creemos que el grueso va sobre la generación Z», indicó el especialista durante la conferencia Implicaciones del paquete económico 2019.
El sitio web de Expansión publicó que el programa Jóvenes Construyendo Futuro está dirigido a una población de entre 18 y 29 años de edad y pretende beneficiar a 2.6 millones de personas con una beca mensual de 3,600 pesos para capacitarlos en una empresa para el trabajo.
Para este programa el gobierno federal propone un gasto de 44,300 millones de pesos y para el de becas a estudiantes de educación media superior un monto por 17,300 millones de pesos.
«En términos de redistribución intergeneracional es brutal, brutal, brutal hay claros ganadores y perdedores (…) en términos fiscales los millennials son los grandes perdedores de este país», advirtió Villarreal.
A esta generación le ha tocado bailar con la más fea en todos los estudios, pues es una población con grandes cargas económicas: pagar el cambio del sistema de pensiones en 1997 al de las Afores, pagan la pensión de los adultos mayores, tienen que ahorrar para la suya, les toca el grueso de la carga en el sistema de salud y a ello se suma que una reforma fiscal agresiva les afectaría en sus ingresos por vía del Impuesto Sobre la Renta (ISR), que les tocará pagar en la parte alta del pico de sus ingresos, enumeró Villarreal.
«Entonces en el pacto intergeneracional les va remal», aseguró.
A estar cargas se suma que una menor inversión en el país ha generado un crecimiento moderado en tasas de 2%, lo que hace que los ingresos de los millennials sean menores a los de sus antecesores.
“Yo le añadiría a la injusticia social la baja inversión, si a eso le añadimos a que ahorita estamos en nuestra edad productiva (…) hemos vivido las menores tasas de inversión, lo cual te va a llevar un menor crecimiento y eso dice que tus ingresos más altos no son tan altos como los tuvieron las anteriores generaciones”, dijo Sunny Villa Juárez, directora de gasto público del CIEP.
Los millennials son la parte más afectada hasta ahora de lo que llaman la «inequidad intergeneracional», de acuerdo con Ricardo Cantú Calderón, director de Investigación del CIEP.
Cantú Calderón explicó esta afectación en términos del sistema fiscal y cómo trata de manera desigual a los individuos en función de lo que invierte en ellos en su nacimiento, le quita en contribuciones y lo que le da al final de su vida en pensiones.
Bajo ese esquema, los millenials pierden porque ha sido una generación que le ha tocado ver un aumento de la deuda pública para usarla en gasto corriente y no en inversión o gasto de capital. A lo que se suma que ante la falta de ingresos públicos se les exige y exigirá más impuestos para pagar por algo que no recibieron, sino que se uso en ese gasto corriente, explicó Cantú Calderón.
«Si estamos haciendo gasto corriente con deuda para que después las futuras generaciones la paguen, qué tan justo es que de pronto digan ya no tenemos dinero, ahora tenemos que cobrar más impuestos y gastar menos, fue algo que tú no vas a recibir sino que se gastó antes y sobre todo cuando no se gastó en capital fue el gasto corriente», dijo.
Foco rojo para la estabilidad
El maltrato fiscal y de recursos a la generación millennial generará un malestar que puede conducir a inestabilidad, algo que no conviene al país y debe atenderse, advirtió Villarreal.
«Van a durar mucho tiempo enojados y eso tiene consecuencia de cómo votan y en términos de estabilidad y es un problema al que hay que ponerle atención”, dijo.
Y es que esa población tiene un peso muy grande en el padrón electoral del país y también en su tamaño en general.
«Es la generación más grande en la historia del país en población, la Z ya viene más chiquita y la alfa ya viene más chiquita que la Z (…), no los queremos enojados, yo creo que como país no nos conviene», consideró. (EXPANSIÓN)
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