Las fiestas decembrinas pueden ser una época del año complicada para muchos, entre las compras, la comida, los viajes y las fiestas. Y cuando tienes pareja, tratar de averiguar cómo dividir el tiempo entre las respectivas familias agrega una complicación más. Para las parejas con padres divorciados, se complica todavía más.
The Huffington Post publicó en su página web que el primer paso es hacer un plan con tu pareja. Abordar el tema de cómo dividir el tiempo o las festividades puede ser complicado, especialmente si ambos tienen tradiciones o planes familiares específicos a los que no se quiere renunciar.
El terapeuta Kurt Smith recomendó iniciar la conversación preguntándole primero a la pareja qué tiene en mente, en lugar de ir directamente a lo que uno quiere.
«Comenzar viendo lo que tu pareja piensa sobre festejar con su familia y luego expresar tus deseos de estar con la tuya es un enfoque menos agresivo y que puede llevar a un acuerdo mutuamente aceptable», dijo a HuffPost.
Entonces, ¿qué puedes hacer para festejar con tus familiares sin que tu pareja se sienta ofendida? La psicoterapeuta Elisabeth J. LaMotte destacó la importancia de establecer límites y expectativas con la familia.
«Es razonable explicarle a los miembros de la familia o a tu pareja que hacer dos viajes durante un día festivo como la Navidad o Año nuevo será demasiado abrumador y simplemente no sería posible», dijo LaMotte. «Este límite se puede establecer con amabilidad y respeto y puede incluir una sugerencia para un plan alternativo el próximo año o el próximo día feriado».
Les pedimos a parejas que nos contaran las diferentes maneras de cómo compartían las fiestas navideñas entre ellos y sus familias. Esto es lo que nos dijeron:
Si sus familias viven a pocas horas de distancia la una de la otra:
«La navidad es importante para los dos y pasar tiempo de calidad con cada una de nuestras familias, lo es aún más. Desde que mi esposo y yo comenzamos a salir, dividimos las fiestas. La Nochebuena la pasamos con su familia y celebramos con la mía al día siguiente. O sea, pasamos la Nochebuena con su familia y la Navidad con la mía.
El primer año en que salimos tuvimos algunos desafíos sobre cómo celebrar las fiestas porque cada una de nuestras familias tenía ciertas tradiciones. Por ejemplo, él solía pasar la Nochebuena y la Navidad con su familia antes de que saliéramos. Nuestras familias nunca se enojaron pero sí hubo incomodidad.
«No queríamos que nuestros familiares se sintieran ofendidos o despreciados, es por eso que dividir esta celebración es tan importante para nosotros», dijo Elizabeth I.
Si sus familias viven muy lejos:
«La familia de mi esposo vive del otro lado del país, así que reunirse con ellos durante Navidad implica una gran inversión. Cuando nos casamos pero no teníamos hijos, fuimos unas cuantas veces. Pero después de los niños, decidimos que era mejor no viajar tan lejos, especialmente en Navidad, porque a los niños les gusta estar en casa. Es difícil porque nos encanta ver a su familia pero una vez que tienes hijos, las cosas cambian.
Mi familia vive a una hora de distancia, así que nos reunimos con ellos en Navidad. Como mi hermana y yo tenemos hijos, decidimos que todos celebrarían la mañana de Nochebuena en sus propias casas, luego nos reuniríamos en la tarde y pasaríamos el resto de la Navidad juntos (y tendríamos una cena de Navidad). Esto ha funcionado muy bien.
Como no podemos ver a la familia de mi esposo en Acción de Gracias o Navidad, tratamos de verlos en otras ocasiones, como las vacaciones de verano o Semana Santa. Momentos en que es un poco más fácil hacer ese tipo de viajes», relató Adrienne Hedger.
Si sus familias viven muy cerca:
«Vivimos muy cerca de nuestras familias, a solo un par de calles de la casa de nuestros padres. En Navidad, nos levantamos temprano y nos dirigimos directamente a la casa de los padres de mi esposo Rob. Tomamos café, abrimos los regalos y luego vamos a la casa de mis padres para el almuerzo y abrimos más regalos.
En Nochebuena, Rob cena temprano en la casa de sus padres mientras yo me quedo y preparo la comida con mi familia. Preparamos una comida para alrededor de 12 personas casi todos los años, ¡por lo que se necesitan un par de manos extra! Rob luego vuelve alrededor de las 6 p.m. para la segunda ronda de la cena de Navidad.
No sé si alguna vez has visto la película «Mi gran boda griega», pero esa es prácticamente mi vida. No puedes dejar la mesa sin tener al menos dos platos llenos. Luego, para el postre, la familia de Rob viene a la casa de mis padres y todos comemos pastel y jugamos hasta que todos estemos lo suficientemente cansados como para sentarnos en el sofá y ver películas o especiales navideños», señaló Lily Butcher.
Si las familias viven cerca pero manejar es un dolor de cabeza:
«Mi esposa y yo alternamos los días festivos cada año. Esta temporada pasaremos Navidad con mi familia y Año nuevo con la de ella, y el año que viene será al revés. Nuestras familias viven con una hora de diferencia pero después de comer, no tengo ganas de levantarme del sillón y mucho menos de conducir tan lejos.
Mi familia es italiana: mi madre se enoja si no la llamo una vez al día, así que, por supuesto, se sienten tristes cuando no pasamos estas fechas con ellos. Es difícil porque extraño que mi madre me pregunte: «¿Se está quemando algo?», pero a medida que pasan los años se vuelve más fácil.
Sin embargo, en serio, mi consejo es que se comuniquen y que expresen a su familia qué es los quieren hacer en estas fiestas, pero sobre todo, decirles que siempre están en sus pensamientos», dijo Dan Regan.
¿Ustedes cómo resuelven este dilema?
(THE HUFFINGTON POST)
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