Barcelona le pone drama a los finales

Foto: Xinhua

MADRID. El Barcelona, con dos goles en los últimos cinco minutos del francés Ousmané Dembelé y el uruguayo Luis Suárez, remontó para ganar sufriendo un partido que el Rayo tuvo controlado hasta casi el final y en el que superó en intensidad y juego al conjunto catalán.

Reforzado por la contundente victoria en el ‘Clásico’ contra el Real Madrid, el Barcelona se plantó en Vallecas dispuesto a sumar una nueva victoria sin su mejor jugador, el argentino Leo Messi, al que volvió a sustituir en el once el brasileño Rafinha, informó Excelsior.

Los primeros minutos de juego fueron del Barcelona y su primer acercamiento con peligro al área rival supuso un gol, obra de Luis Suárez tras un pase desde la línea de fondo del costado izquierdo de Jordi Alba.

El equipo madrileño despertó cuando vio realmente posibilidades de marcar con una jugada al 28’, que terminó con un centro de Embarba y un remate de Pozo sin oposición de la defensa que falló cuando Ter Stegen estaba vencido.

El mismo protagonista, Pozo, enmendó su error cinco minutos después con un disparo desde fuera del área que se estrelló en el poste izquierdo del portero alemán que se coló en el fondo de las mallas.

El descanso relajó los ánimos de ambos equipos pero le vino mejor al Rayo. Primero avisó con un mano a mano que sacó con acierto Ter Stegen ante Embarba, y después marcar el segundo por medio de Álvaro García, que en su primera acción tras salir del banquillo remachó un balón suelto tras un cabezazo de Raúl de Tomás a un palo.

La misma película que vivió el Barcelona en Leganés la volvió a vivir mes y medio después en Vallecas. Valverde siguió buscando remedio al desaguisado que estaba siendo su equipo y, en una decisión poco habitual en él, hizo un doble cambio para meter músculo con Arturo Vidal y rapidez con Munir.

Ninguno de los dos aportó el protagonismo que se les pedía y estuvieron al mismo nivel plano que sus compañeros. Solo Jordi Alba por el lado izquierdo se mostró desequilibrante con su velocidad y sus desbordes, como uno que, a los 85 minutos, terminó con un centro cabeceado por Suárez a las manos de Alberto.

De hecho, el gol del empate llegó en un balón suelto que cabeceó Piqué y que Dembelé recogió para lanzar sin pensárselo con un zurdazo que pilló desprevenido a Alberto.

La suerte se alió con el Barcelona para que, tres minutos después, Luis Suárez aprovechara un centro buenísimo de treinta metros de Sergi Roberto y, ganando la partida a su defensor, marcara el tercero, ante el desánimo de la afición local.

El Rayo lamentó el gol encajado y en la última jugada del partido, un córner a su favor, subió con todo en busca del empate, el portero Alberto incluido, pero el remate de cabeza de Imbula lo atrapó Ter Stegen. (EXCELSIOR)

Autor

Agencias

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