Ante la necesidad de proveer de elementos de jardinería a la industria de la construcción sustentable y fomentar el cuidado y valorización de las plantas del semidesierto en el noreste de México, surgió Crassunor.
En conjunto con instituciones especializadas en flora del semidesierto, Crassunor tiene la finalidad de transmitir a la sociedad la importancia del cuidado y utilización de las plantas del noreste de México principalmente, o en su caso el empleo de plantas con la capacidad de sobrevivir a estas condiciones ambientales, aunque no sean de la región.
Mediante el aprovechamiento legal de las plantas suculentas, la empresa invita a los usuarios a explorar la alternativa de valorar la belleza de las especies del noreste de México.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, protagonistas de esta iniciativa detallan el objetivo y características de este proyecto, encaminado a generar una empresa comprometida con el desarrollo sustentable de la sociedad y la conservación de la riqueza del semidesierto mexicano.
Paisajismo sustentable y conservación de flora de la región
Crassunor, S.P.R. de R.L. de C.V. surge a partir de la experiencia de sus integrantes en el sector de la construcción sustentable, donde detectaron la necesidad de proveer a este giro de plantas adecuadas para la región, de forma legal y con un aprovechamiento responsable.
“Crassunor nace de la necesidad de tener una alternativa delandscaping (paisajismo), jardinería con plantas de la región, preferentemente (…) Crassunor es un landscaping sustentable, ecológico y es una forma de conservar las plantas, nuestro principal producto son las suculentas”, explicó José Luis Flores Rodríguez, director de Investigación y Operaciones en Crassunor.
El nombre de la empresa Crassunor es resultado de la fusión de las siglas de las plantas crasuláceas, mejor conocidas como suculentas (principal flora que maneja esta iniciativa), y la región de donde provienen estas plantas “del norte”.
“Estamos usando estas plantas que nadie más toma en cuenta, aunque ya inicia un auge en este tipo de plantas ornamentales como las suculentas o crasuláceas. Al estarlas produciendo, las estamos cuidando, se continúa su preservación y ofrecemos una alternativa a los jardines con algo que requiere menos mantenimiento, pensando un poco en la escasez de agua, que es lo que caracteriza a estas regiones del norte del país”, subrayó Flores Rodríguez.
Las plantas suculentas son estéticas para el giro de la construcción y ornamental, cuentan con resistencia a la falta de agua y algunas plagas. Dentro de las suculentas encontramos diferentes géneros como siemprevivas (Sempervivum), Graptopetalum, Sedum, Echeveria, algunos tipos de Aloe, entre otros.
Actualmente, Crassunor solicita al Museo del Desierto (Mude) le reproduzca cierto tipo de plantas, que ellos seleccionan, y cuando ya tienen un tamaño adecuado para que sobreviva en sus instalaciones, se las llevan y allá terminan de crecer.
“Las suculentas, al posicionarse en el ambiente ornamental, son muy buscadas por la belleza de sus estructuras, esto en las hojas y pencas. Son resistentes a la falta de agua y a altas temperaturas, algunas también a bajas temperaturas y resistentes a las plagas y enfermedades, además no necesitan gran mantenimiento como las especies con follaje”, puntualizó la ingeniera Idalia Hernández Guerrero, jefa de área de Invernadero de propagación de cactáceas y suculentas del Mude.
La empresa tiene como objetivo abastecer a la industria de la construcción sustentable con plantas adecuadas a la región noreste del país, de acuerdo con el clima semidesértico, sin perder la estética del paisaje.
“Para la construcción sustentable necesitábamos de áreas verdes para las mismas construcciones, y qué mejor que nosotros producir las plantas bajo nuestras propias condiciones, todo en regla porque no sabemos cómo otras personas producen las plantas, de dónde vienen, quizás vienen del mercado negro, no sabes y mejor nosotros mismos abastecer a las empresas constructoras según las normas establecidas”, añadió Flores Rodríguez.
Utilizar este tipo de plantas no se limita únicamente para embellecer jardines, también puede aplicarse en espacios públicos, esto representa un beneficio de la región, menor mantenimiento de sitios públicos y un ahorro en recursos como el agua.
“Crassunor pareciera que su único objetivo es producir este tipo de plantas, pero tenemos otros proyectos. Por ejemplo, entrar en las escuelas, para las instituciones locales, su jardinería y el embellecimiento de las escuelas públicas. Embellecer las plazas, parques y las escuelas pero con plantas que son de aquí y están en peligro de extinción para fomentar su conservación”.
Aprovechamiento responsable
Los protagonistas de esta iniciativa resaltan la importancia de valorar la flora del desierto, en aspectos como conservación de especies que toleren las condiciones climáticas del norte del país, además de estética y relevancia para el cuidado del agua de la región.
“Es importante porque a través de este trabajo, la gente logra visualizar más la importancia de estas especies como seres vivos, además de ser plantas que, desde el punto de vista ornamental, tienen trascendencia. También desde el punto de vista ecológico y ayuda a que la gente empiece a conocer un poco más sobre la existencia y el papel de este tipo de plantas”.
Flores Rodríguez enfatizó la importancia del aprovechamiento legal de estas especies a través de instituciones debidamente certificadas, como el Mude, y evitar la venta ilegal que daña los ecosistemas.
“La vinculación que tenemos ahora es con el Mude que nos produce los brotes, se los compramos, todas nuestras plantas vienen producidas con responsabilidad, no son del mercado negro, no se traen del medioambiente natural silvestre, son producidas por el Mude, las cuidamos, propiciamos su crecimiento y las usamos”.
El directivo agregó que el gran reto que enfrentan en el presente es concientizar a la población y estimular un cambio de perspectiva respecto al uso e importancia de las plantas y no limitar su uso (y desecho) únicamente para eventos y diferentes celebraciones, sino contemplarlas para que embellezcan espacios como casas, plazas, avenidas, camellones, etcétera, donde estas plantas perduren y se conserven.
“Ese es el primer reto, darlas a conocer, que la gente se familiarice. Si quieres poner un área verde en tu casa, lo primero que se te ocurre es poner zacate y truenos, por qué no pensar primero en suculentas, hay muchos tipos de suculentas para diferentes microecosistemas para su embellecimiento y todo puedes hacerlo con suculentas”.
La ingeniera Hernández Guerrero comentó que es importante la existencia de este tipo de empresas y que continúen surgiendo estas alternativas que fomenten la sustentabilidad y el aprovechamiento de las mismas.
En la actualidad, Crassunor cuenta con viveros en Ramos Arizpe y en Saltillo, además de un rancho en Galeana, Nuevo León.
“En el futuro, pensamos registrar el rancho de Galeana ante Semarnat y convertirlo en una UMA (Unidad de Manejo Ambiental) para producir legalmente y exportar plantas suculentas”.
Flores Rodríguez indicó que tienen contemplado exportar hacia Estados Unidos donde existe un importante nicho de mercado, pero sin descuidar la región noreste de México y continuar fomentando la valorización y cuidado de las plantas.
“Nuestro objetivo no es vender las plantas y ya, sino causar el impacto de que la gente y el medioambiente acepten las plantas suculentas como parte de algo endémico de la región, de nuestro noreste. Usarlas para tenerlas en el jardín y que las casas y espacios públicos estén llenos de suculentas y otras plantas, ¿por qué no empezar a usarlas para embellecer ciudades, plazas y escuelas?”, reflexionó el directivo. (CONACYT)
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