Ciudad de México.- Como parte de su proyecto de tesis doctoral, el investigador José Javier Reyes Lagos analizó —a nivel experimental y clínico— la actividad eléctrica cardiaca de mujeres con embarazo de bajo riesgo y determinó que a partir de este análisis es posible asociar dicha actividad con una respuesta inflamatoria durante el trabajo de parto.
Durante el proyecto de investigación realizado para obtener el grado de doctor en ciencias en ingeniería biomédica por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa (UAM-I), el investigador, que actualmente se desempeña como profesor investigador de tiempo completo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), validó también una serie de algoritmos matemáticos desarrollados por la UAM-I como instrumento para entender el origen del trabajo de parto desde un punto de vista autonómico.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el doctor explicó que el objetivo principal de su tesis, que fue reconocida con el Premio Weizmann 2017 de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), fue determinar la existencia de una respuesta inflamatoria asociada a la variabilidad de la frecuencia cardiaca durante el trabajo de parto en mujeres con embarazo de bajo riesgo, aquellos sin ninguna complicación que pudiera desencadenar un parto pretérmino.
Algoritmos en un modelo animal
“El proyecto se dividió en dos etapas: una experimental, donde los algoritmos fueron probados en un modelo animal, y una etapa clínica, donde las mediciones se realizaron con un grupo de mujeres durante el último trimestre del embarazo y durante el trabajo de parto”.
Para la fase del modelo animal —ratas—, el investigador explicó que se probó, en colaboración con la Universidad de Essen de Alemania, si los algoritmos eran capaces de identificar procesos de inflamación sistémica a partir de la variabilidad de la frecuencia cardiaca. A los roedores se les suministró lipopolisacárido para inducirles un cuadro de inflamación sistémica.
En una segunda etapa, se probaron los efectos de la oxitocina —hormona que tiene efectos contráctiles en el endometrio— en las ratas con inflamación sistémica. A través del análisis de las fluctuaciones de la frecuencia cardiaca que realizan los algoritmos matemáticos, el investigador trató de observar si la oxitocina tenía un efecto antiinflamatorio.
Consecuencia de esos trabajos, determinó que los algoritmos sí eran sensibles para la identificación de los procesos inflamatorios y que la oxitocina sí actuó como inhibidor del proceso inflamatorio.
Medidores de gestación
Con base en esos resultados, se avanzó a la siguiente etapa, la fase clínica que se llevó a cabo de manera conjunta con el Centro de Investigación Materno Infantil del Grupo de Estudios al Nacimiento (Cimigen).
“Este fue un estudio longitudinal toda vez que se realizaron mediciones a 20 mujeres en dos etapas distintas de gestación. La primera medición se realizó al ingresar al tercer trimestre de la gestación, mientras que la segunda fue una vez que acudieron a la clínica ya con trabajo de parto”.
En esa fase del proyecto se realizó la medición de marcadores de inflamación en sangre, se tomaron medidas antropométricas y electrocardiogramas que fueron sometidos al análisis de los algoritmos.
“Para tomar los electrocardiogramas, se utilizó un equipo portátil que cuenta con cinco electrodos que son colocados en el abdomen de la madre para calcular su actividad eléctrica cardiaca y también la del feto. Una vez tomadas las mediciones, se ingresan los resultados al algoritmo y este realiza el análisis correspondiente”.
El principal hallazgo de esta fase de investigación fue que aparentemente el trabajo de parto sí está relacionado con un proceso de inflamación sistémica y que este favorece el nacimiento del producto.
Finalmente, el investigador dijo que dará continuidad a este proyecto y en una siguiente etapa realizará pruebas clínicas en un grupo de mujeres con predisposición a parto pretérmino, es decir, con complicaciones de salud que puedan adelantar el nacimiento. El objetivo será comparar y analizar los resultados que se obtengan con la información que se generó en las dos primeras etapas, en búsqueda de indicadores que permitan predecir si el parto llegará a su etapa final o si se adelantará el nacimiento, e incluso si se trata de falso trabajo de parto. (CONACYT)
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