FERNANDO NÚÑEZ DE LA GARZA EVIA
Pobreza, o la manzana de la tentación
La pobreza y desigualdad han finalmente hablado. Los históricos lastres nacionales se han manifestado en las urnas, prometiendo la entrante administración federal hacer de ellos una prioridad. Sin embargo, aunque hay ciertas señales alentadoras en este sentido, hay otras igualmente preocupantes que podrían augurar los desastres del pasado.
Recientemente, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) presentó el estudio “Derechos Humanos y Pobreza”, donde exponen a todo color el uso de los programas sociales con fines de clientelismo político. Dos datos resaltan. El primero a nivel federal: de un total de 232 programas sociales, solamente 20 llegan a más de 100 mil personas. El segundo a nivel local: de los 2 mil 538 programas sociales existentes, solamente 128 cumplen con los criterios mínimos establecidos por el CONEVAL (por ejemplo, la existencia de un documento normativo, asignación presupuestal específica, reportes en cuenta pública, información básica disponible al público, etc.). Con lo anterior queda claro que existen infinidad de programas sociales diseñados para capturar a sectores muy específicos de la población, con una obvia falta de rendición de cuentas. Sin embargo, esto se vuelve más ofensivo aún cuando apreciamos tres datos más: poco más de 53 millones de mexicanos viven en pobreza (alrededor del 43% de la población), poco más de 9 millones de mexicanos viven en pobreza extrema (alrededor del 7% de la población) (fuente: CONEVAL), y el 1% de los mexicanos concentra el 36% de la riqueza nacional (fuente: CEPAL).
El rechazo de los mexicanos no solo se manifestó con el voto a favor de MORENA y en contra de los partidos tradicionales, sino también y más específicamente en el repudio a las políticas clientelares llevadas a cabo durante las campañas políticas, probablemente algo nunca antes visto. Las reconocidas organizaciones de la sociedad civil Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, Alianza Cívica y Data OPM presentaron un estudio con motivo de las elecciones denominado “Encuesta Nacional Democracia Sin Pobreza”. En él detallan que aunque 33.5% de los encuestados dijeron haber estado expuestos a prácticas de compra de voto, poco más de la mitad rehusó las ofertas. ¿Y cuál fue el partido que menos ofrecimientos hizo de este tipo? MORENA.
El Presidente-electo ha nombrado a María Luisa Albores González como titular de la futura “Secretaría del Bienestar”, quien cuenta con cartas personales muy respetables (un largo trabajo con comunidades indígenas) aunque cartas académicas y laborales que no compaginan del todo con la naturaleza y tamaño del cargo. Asimismo, se ha puesto especial énfasis precisamente en la reducción de programas sociales (a nivel federal) con el fin de concentrar esfuerzos y recursos en los verdaderamente importantes. Hasta aquí, el discurso es alentador. Sin embargo, existen dos cuestiones que van en contra del espíritu de las declaraciones. La primera es la omisión de hablar de la necesidad de profesionalizar la burocracia encargada de manejar dichos programas, ya que es bien sabido y sobran ejemplos al respecto que, precisamente por su carácter clientelar, la SEDESOL es un particular foco de atracción de cuadros partidistas. La segunda es la figura de los coordinadores estatales, figura que comentamos en este espacio anteriormente y que, en resumidas cuentas, exhala un conocido tufo a política-electoral.
Tenemos que romper el ciclo de pobreza-clientelismo político: somos pobres porque hay clientelismo político, hay clientelismo político porque somos pobres. Por primera vez el electorado mexicano ha hablado claramente al respecto, y ya era tiempo. Si el nuevo gobierno quiere realmente distinguirse de sus predecesores, la política social es un excelente comienzo: los gobiernos anteriores pusieron la vara muy baja, es una bandera política de MORENA, y las experiencias internacionales al respecto son claras. Sin embargo, ahí está presente la tentación electoral: por el país y millones de mexicanos, favor de no morder la manzana.
www.plaza-civica.com @FernandoNGE
Autor
- Licenciado en derecho por la Universidad Iberoamericana (UIA). Maestro en estudios internacionales, y en administración pública y política pública, por el Tecnológico de Monterrey (ITESM). Ha publicado diversos artículos en Reforma y La Crónica de Hoy, y actualmente escribe una columna semanal en los principales diarios de distintos estados del país. Su trayectoria profesional se ha centrado en campañas políticas. Amante de la historia y fiel creyente en el debate público.
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