El director del Hospital Universitario de Saltillo, Lauro Cortez Hernández, dijo que además de los tabúes religiosos que impiden a los familiares de potenciales donadores de órganos autorizar los procedimientos de extracción de los mismos, está también el fantasma de la corrupción, que genera una enorme desconfianza en que dichos órganos serán debidamente utilizados, y que las instituciones encargadas de la procuración realicen verdaderamente su trabajo con apego a las leyes.
En entrevista, el directivo lamentó que dicha situación esté afectando la cultura de la donación de órganos, e indicó que, en ese sentido, se requiere del involucramiento no solamente de las instituciones de salud, sino de toda la sociedad en su conjunto para cambiar dicha percepción.
Lauro Cortez dijo que, aunque el Hospital Universitario de Saltillo, como institución encargada de la procuración de órganos, goza de respeto y prestigio nacional, ha resentido en los últimos años esta falta de confianza de los familiares de potenciales donadores, que a pesar de haber otorgado su consentimiento para la donación de córneas, huesos y otros tipos de órganos y tejidos, deciden dar marcha atrás a la realización del procedimiento.
“Creo que hace falta mucho trabajo en ese sentido, lamentablemente hay otros factores que también hacen que exista disuasión, como por ejemplo, el tema de la corrupción, de un posible mal uso de los órganos o tejidos donados, que no es verdad, no es cierto, pero está la percepción y todos sabemos que revertir percepciones es algo muy delicado en la sociedad, tenemos que evitar falsas percepciones en temas que son altamente estratégicos para la vida humana, como es en este caso la donación de órganos”, señaló el jefe médico.
“Yo creo que todos como sociedad no hemos sabido divulgar las ventajas que tiene la donación de órganos, y esto tiene que ver con problemas educativos, religiosos, tiene que ver con diferentes factores, pero en la medida en que nosotros nos constituyamos como una sociedad moderna, entendamos los beneficios que tiene la donación altruista de órganos, y entendamos que los procesos se hacen apegados a estrictos protocolos que la normatividad establece, se generará un entorno de confianza en el que con más generosidad estemos dispuestos, ante una eventualidad, a donar nuestros órganos o los de un ser querido”, agregó Lauro Cortez. (ÁNGEL AGUILAR)
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