Beber alcohol puede ser benéfico si se trata de evitar algún dolor, pues según una investigación de la Universidad de Greenwich la ingesta de bebidas alcohólicas produce un efecto similar al de los analgésicos.
El estudio revela las propiedades analgésicas del alcohol, que podrían contribuir al mal uso de las bebidas alcohólicas en pacientes con dolor y detalla cuatro puntos a considerar.
- El alcohol produjo un pequeño aumento en el umbral del dolor.
- También se observó una moderada disminución en las puntuaciones de dolor.
- Un mayor contenido de alcohol en la sangre se asocia con una mayor analgesia.
- Los efectos analgésicos pueden contribuir a la dependencia del alcohol en aquellos casos con dolor persistente.
Tomados en conjunto, los hallazgos sugieren que el alcohol es un analgésico efectivo que brinda reducciones clínicamente relevantes en las calificaciones de la intensidad del dolor. (EL HERALDO DE MÉXICO)
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