ALBERTO BOARDMAN
Las nubes suelen avisarnos de las condiciones climatológicas que prevalecerán durante las próximas horas, sólo basta saber interpretarlas. Nuestros antepasados solían hacerlo muy bien, por ejemplo los mayas leían las nubes con asombrosa precisión y creían en la existencia de hasta 16 tipos diferentes de nubes que se asociaban a un Cháak o Dios de la lluvia.
Las nubes contienen vapor, diminutas gotas de agua y pequeñas partículas de hielo que al hacer contacto con aire frío justo por debajo del punto de rocío, dan paso a la condensación. Para la formación de nubes influyen dos factores fundamentales: primero es necesario que el aire se encuentre lo suficientemente frío y en segundo lugar, para que la condensación se realice deben existir en el aire partículas de materias que puedan captar el vapor del agua.
Seguramente alguna vez se habrá preguntado ¿Por qué son negras las nubes de tormenta? Bien, imaginemos el fondo del mar en donde no llega la luz solar, esto sucede aproximadamente a los 5 kilómetros de profundidad. Para el caso de las nubes de tormenta sucede algo similar, ya que estas generalmente tienen unos 20 km de diámetro, por lo que la gran cantidad de agua e inclusive hielo que contienen, absorbe la luz que les llega e impide el paso de ésta; entre más oscura, mayor será la cantidad de agua que contenga el cuerpo nuboso.
Las nubes tienen un papel importante respecto a la distribución del calor solar sobre la atmósfera y la superficie del planeta, ya que la cantidad de energía solar reflejada al espacio, resulta mayor en los días nublados debido a la resistencia generada por las propias nubes. La pequeña cantidad de radiación solar que penetra entre ellas es absorbida por la superficie terrestre y emitida de regreso, pero la parte baja de las nubes impide su paso y la refleja de nueva cuenta de vuelta a la tierra, por lo que en resumidas cuentas, la radiación solar rebota atrapada. De esta forma la atmosfera inferior de la tierra absorbe más energía calorífica en los días nublados que en los días claros.
La lectura en todos los sentidos continúa siendo fundamental, hoy aprendimos que podemos leer hasta las nubes.
Somos lo que hemos leído y esta es palabra de lector.
radioelitesaltillo@hotmail.com
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- Columnista
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