El pasado miércoles 6 de junio, un estudiante de la Secundaria Técnica 28, ubicada en la colonia González, intentó detonar una bomba casera para lesionar a uno de sus compañeros, en respuesta al supuesto bullying y acoso que sufría a causa de sus preferencias sexuales.
«Un día antes habían tronado una bomba, al otro día salieron con la paloma en la banca, pero no dijeron nada. Se oyó el estallido y el niño pasó con la mano sangrando. No vimos si era bomba casera o paloma», detalló una madre de familia, en un audio reproducido durante el matutino de Capital Coahuila.
Testigos manifiestan que fue una botella con alcohol y sustancias químicas, la que explotó en la mano del menor que perdió un dedo meñique y lastimó gravemente el dedo medio y dedo anular, al no arrojar el artefacto a tiempo. Su compañero resultó con algunas quemaduras un brazo. Al respecto, el coordinador jurídico de la Secretaría de Educación, Enrique Flores, aseguró que aún no se ha recibido una denuncia formal en el organismo.
«El área jurídica formalmente no tiene una notificación oficial de esos hechos. Considero que dentro del protocolo se establece la obligación de que el director informe a sus superiores jerárquicos. Considero dada la relevancia de este asunto que estamos a tiempo de realizar una serie de acciones para atender este tema», precisó Flores.
A la fecha, el joven agresor se mantiene en observación y tratamiento en el Centro Estatal de Salud Mental (CESAME). (OMAR SOTO / CON INFORMACIÓN DE CAPITAL COAHUILA)
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