Ciudad de Guatemala.- El Volcán de Fuego de Guatemala, cuya erupción el domingo 3 de junio causó al menos 110 muertos y dejó 197 personas desaparecidas, continúa inestable y persisten las condiciones de riesgo, informaron las autoridades.
«Debido a la energía de la erupción del 3 de junio, el volcán mantiene inestabilidad por lo que a las 6:30 de este miércoles se generó un pequeño flujo piroclástico que descendió por la barranca Ceniza hasta la orilla de la vegetación», informó el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
El boletín vulcanológico precisó que «hay explosiones constantes débiles y moderadas que expulsan columnas de ceniza gris a 4.800 metros de altura y que se mantienen sostenidas sobre el cráter con una dispersión de 10 a 15 kilómetros».
Además, indicó que ocurren «retumbos débiles con onda de choque moderado y se originan avalanchas en el flanco suroeste, lo que provoca levantamiento de material en la barranca Las Lajas».
Esta barranca es por donde descendió el lunes un fuerte lahar (emanación de gases y piedras), que convirtió un tramo de 1,3 kilómetros de la ruta nacional 14 en un área de escombros con piedras de gran tamaño, troncos de árboles y material volcánico.
Estas condiciones dificultan las labores de búsqueda de cadáveres en la zona de la catástrofe en las comunidades San Miguel Los Lotes y El Rodeo, principalmente, en el departamento sureño de Escuintla. También dificultan el trabajo de maquinaria y el personal que trabaja en la carretera.
El Gobierno guatemalteco busca emprender un plan de «recuperación» de la zona devastada y al mismo tiempo dar atención a los 3.557 sobrevivientes que permanecen alojados en albergues.
Los esfuerzos gubernamentales son acompañados por una iniciativa tripartita del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Mundial y la Unión Europea (UE).
Ana María Díaz, directora de la oficina de PNUD en Guatemala, dijo el martes que «una de las primeras dificultades para elaborar el plan es que la actividad del volcán de Fuego continúa, lo cual retrasa las estadísticas de los daños en las áreas afectadas».
También el martes se conoció por primera vez el dato de viviendas destruidas por la erupción. La Conred precisó que se contabilizan 186 y que 750 están en riesgo, todas ellas en el departamento de Escuintla, el más afectado.
Se estima que 1,7 millones de personas resultaron afectadas y 12.784 fueron evacuados tras la erupción del 3 de junio. (DPA)
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