OPINIÓN

PLAY ACTION

Por

24 abril, 2018

JOSÉ PABLO LADRÓN DE GUEVARA

Draft 2018

Tras un receso de casi tres meses, la NFL vuelve a ser el centro de atención en el mundo del deporte, ahora con el Draft 2018. Este evento marca el futuro de cada una de las franquicias, ya que éstas buscan la próxima gran estrella que se pueda convertir en su referente y los pueda llevar a ganar el Super Bowl. No tenemos que ir muy lejos para ver un ejemplo de lo que puede hacer una buena selección. Hace dos años las Águilas de Filadelfia eligieron al mariscal Carson Wentz en la primera ronda, quien se volvió el referente del equipo y la temporada pasada fue fundamental para ganaran el trofeo Vince Lombardi. Las decisiones que se tomen en los cuartos de guerra de cada equipo tendrán repercusiones para las próximas temporadas, así como se puede marcar el inicio de una era dorada, se puede comenzar un declive del que tardan años en salir.

Lo que más sobresale en esta camada de jugadores son los mariscales. Aunque ninguno destaca como un prospecto “limpio” en todos los aspectos, cuentan con grandes cualidades que intrigan a los equipos más necesitados en la posición. Los que más suenan para ser el primer mariscal drafteado son Sam Darnold (USC) y Josh Allen (Wyoming). El primero completó más del 60% de sus pases en los dos años que estuvo al frente de los Troyanos, lo cual muestra su precisión al lanzar el balón, y es sabido que cuenta con la madurez necesaria para ser el líder de un equipo de la NFL. Sus puntos negativos son las entregas del balón, en 2017 mandó al menos una intercepción en 10 de los 14 partidos que disputó y soltó el balón en nueve ocasiones. Josh Allen es visualizado más como un proyecto, porque no está listo para tomar las riendas ofensivas desde el primer día, debido a que no cuenta con habilidades tan pulidas como Darnold, pero muestra uno de los brazos más potentes que se ha visto en el nivel colegial. Allen puede lanzar cualquier pase y cuenta con el cuerpo ideal para jugar en climas fríos. La mayor preocupación es que no goza de gran “toque” al terminar con apenas el 56% de pases completos en los dos años que fue titular.

Una de las incógnitas es Josh Rosen (UCLA), quien es visto como el mejor pasador de este grupo de mariscales, pero por las constantes lesiones en la universidad y su fuerte personalidad no se considera que pueda ser el primer quarterback elegido. Debido a su estilo de juego necesitará estar en un equipo con una buena línea ofensiva para que no le estén golpeando constantemente y pueda perderse juegos. La otra figura que divide opiniones es Lamar Jackson (Lousville), quien es percibido como un nuevo Michael Vick, por su capacidad para generar yardas de forma terrestre. Dicha cualidad ocasiona que se deje de lado su juego por aire, percibiendo a Jakson más como un atleta que mariscal. Lo que los equipos ven con buenos ojos es que estuvo al mando de una ofensiva parecida a lo que vemos en la NFL, y cada año mejoró su porcentaje de pases completos, terminando con 59% la temporada pasada. A diferencia de Rosen, Jackson forzosamente deberá ser elegido por un equipo que no tenga a sus entrenadores y gerente general en la cuerda floja, ya que su estilo de juego no agrada a todos, por lo que si en su segundo año le cambian al staff su carrera se puede ver truncada.

En una categoría aparte esta Baker Mayfield (Oklahoma), de quien sea ha hablado más por situaciones que rodean a su persona que por el jugador que es. Un video con la policía y sus conductas anti deportivas en algunos juegos de su carrera colegial han sido puntos en su contra. Mayfield hace temer a unos equipos sobre su capacidad para afrontar con madurez su estatus de cara de la franquicia y de toda una ciudad, mientras que otros se muestran maravillados con el por su gran desempeño en el emparrillado y su personalidad. Baker desataca por su precisión, al no bajar del 70% de pases completos en los tres años que estuvo al frente de Oklahoma, y también cuenta con movilidad para extender jugadas. En sus dos últimas campañas lanzó para más de 40 anotaciones y menos de 10 intercepciones, mostrando grandes actuaciones en los escenarios más importantes, como por ejemplo al vencer a Ohio State a domicilio, lanzando para tres anotaciones.

Los Cafés de Cleveland dictarán gran parte de la trama del Draft, al contar con la primera selección general y la cuarta. Ellos tendrán todo el abanico de posibilidades para seleccionar a su próximo líder ofensivo, esperando cortar la negativa racha que tienen en el Draft, al equivocarse prácticamente en todos los quarterbacks que han elegido en más de 20 años. Su gerente general, John Dorsey, es conocido por su fascinación por los mariscales de gran brazo, por lo que Josh Allen figura como posibilidad. Pero en una decisión tan importante, la elección debe ser quien presente las menores probabilidades de fracasar, que en este caso es Darnold. Él cuenta con un problema que es corregible (entregas de balón), mientras que cuestiones de poca precisión (Josh Allen) y de lesiones (Josh Rosen) son casi un hecho que continuarán.

La camada de mariscales que llegará a la NFL, aunque es de buen nivel, brilla por la diferencia de opiniones que se han generado. Mientras unos equipos han declarado que les encanta algún prospecto (Cardenales en relación a Mayfield) hay otros que consideran que no hay talento sobresaliente como para querer seleccionar alguno de ellos con una selección alta (por ejemplo Sean Payton de Santos). En los próximos tres años veremos realmente qué tan exitoso fue este grupo de mariscales, y si alguno de ellos pudo convertirse en el salvador de la franquicia de Cleveland.

Top 10 Picks Mock Draft: