¿Miel de México o de China?

 

Ciudad de México.- El Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej), en vinculación con la empresa Centro para la Innovación y la Movilidad S.A. de C.V., desarrolló una aplicación para teléfonos inteligentes (app) y técnicas analíticas de miel para proteger la industria apícola nacional de prácticas comerciales fraudulentas.

Con apoyo del fondo del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) 2016 y 2017, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), se busca apoyar a los apicultores, acopiadores y exportadores de miel para que cumplan con los requisitos de calidad, trazabilidad e inocuidad que exigen los países importadores.

La primera etapa del proyecto consistió en el diseño y creación de BiotikApp, una aplicación para teléfonos inteligentes que documenta las actividades realizadas en apiarios, como el registro de colmenas y su estado de salud, el registro de floración de las plantas que rodean los apiarios, además de ayudar a aminorar los costos y tiempo de los procesos de certificación. El desarrollo de la aplicación estuvo bajo la dirección de los maestros José Esteban González Díaz y Mauricio Ángeles Martínez.

Para lograr esto, un grupo de trabajo del Ciatej, encabezado por la doctora Ana Luisa Ramos Díaz, recolectó miel e información de diversos apiarios distribuidos en el estado de Yucatán para evaluar el contenido de polen en la miel y determinar su calidad y origen. Los datos recabados fueron utilizados para alimentar la base de datos de la plataforma.

La doctora Ramos Díaz dijo que el incremento de la demanda mundial de miel no solo es una oportunidad para aumentar los ingresos para las regiones productoras de esta, sino que también ha provocado un alza en prácticas fraudulentas en las que se adiciona jarabe de maíz, soya o arroz a la miel para aumentar su volumen.

Mencionó también que otro fraude en la industria apícola se relaciona con su origen, es decir, miel importada de otros países —principalmente de China— que es reetiquetada y vendida como producto de origen nacional a un precio muy bajo. Esta práctica impacta negativamente en toda la industria apícola.

El amargo sabor del fraude

Para combatir los fraudes que involucran productos apícolas, el Ciatej ha desarrollado técnicas analíticas que permiten detectar la adulteración de la miel. A través de pruebas es posible analizar el polen y los compuestos químicos contenidos en la miel para determinar de qué flores proviene y determinar así, con absoluta certeza, su país de origen.

En la segunda etapa se determinaron las probabilidades de algunos apicultores yucatecos para convertirse en productores de miel orgánica. Con la ayuda de BiotikApp, la información que los apicultores iban recolectando sobre sus colmenas sirvió para determinar si su miel cubría los requisitos necesarios para certificarse e introducirse al mercado como un producto orgánico.

“Para la certificación orgánica se requiere que los apiarios tengan tres kilómetros de separación de un cultivo intensivo, de forma que se reduzca la posibilidad de contaminación por pesticidas en el ambiente (…) Cuando se exporta la miel y se registran pesticidas u organismos genéticamente modificados, la miel puede ser rechazada”, comentó la investigadora.

En cuanto a la inocuidad en la miel, señaló que los principales peligros son los antibióticos y los pesticidas utilizados en la agricultura, entre los que se encuentran neonicotinoides, organoclorados y organofosforados, que de ser detectados en la miel pueden ocasionar que el producto sea rechazado por el país importador. Aunado a eso, existe el grave problema de disminución de poblaciones de abejas en todo el mundo.

“Los cambios climáticos, la pérdida de áreas naturales y el uso indiscriminado de insecticidas, entre otros factores adversos, han reducido la población de abejas a nivel mundial. En contraste, la demanda de miel, por su sabor y propiedades nutricionales, ha incrementado en los últimos años, creando un nicho de oportunidad de desarrollo económico para México, ya que actualmente nuestro país es uno de los principales productores de miel, con exportaciones de 55 mil toneladas dirigidas principalmente a Alemania, Estados Unidos y Japón”, comentó.

Actualmente la empresa está interesada en invertir en una tercera etapa que permitirá agilizar los registros a través de la aplicación, llevar un mejor control de proveedores, así como realizar la validación de la plataforma en campo con la participación de apicultores, acopiadores y exportadores de miel. (CONACYT)

 

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El Heraldo de Saltillo
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