OPINIÓN

CAFÉ POLÍTICO

Por

27 febrero, 2018

RAMÓN BETANCOURT

JUAN CARLOS AYUP

El alcalde de Matamoros, Juan Carlos Ayup Guerrero, es un político que goza el ejercicio del poder. Querido por su gente, por su pueblo al que se ha sabido ganar, Juan Carlos es el alcalde de los 5 de la Región Laguna que más ganas le ha echado; que más se ha aplicado a su trabajo, que más tiempo le ha dedicado a la responsabilidad de gobernar. Hijo de un destacado deportista reconocido a nivel nacional, Don Rodolfo Ayup Sifuentes, Juan Carlos, desde que inició justo hace 59 días su gobierno municipal, comenzó a destacar un trabajo muy diferente a sus antecesores.

92 ANIVERSARIO

Trabajo diario que va desde reuniones con secretarios del Gobierno de Coahuila y con delegados federales a fin de llevarles a los matamorenses acciones y programas sociales; oportunidades de empleo; educación (convenio con el IEEA); reuniones de seguridad pública; reuniones sobre transparencia; festivales musicales, artísticos y culturales; eventos deportivos; brigadas multidisciplinarias y apoyo a brigadas rurales; apoyo a los productores del campo; inauguración de obras de pavimento y agua potable; así como la sesión de Cabildo que se celebró ayer en las Vegas de Marrufo, el donde el alcalde entregó preseas ciudadanas para conmemorar los 92 años en que Matamoros fue elevado a rango de ciudad.

3 AÑOS MÁS

Cabe destacar que los matamorenses coinciden en señalar que fue un acierto el que Ayup Guerrero haya sido postulado como candidato a la alcaldía de 3 años. Es decir, en tan poco tiempo –dos meses–, Ayup ha dejado constancia que cuando se tiene oficio y sensibilidad, se pueden hacer buenas cosas para la comunidad. De continuar Juan Carlos y sus colaboradores con ese tren de trabajo, no dudamos que el voto popular le vuelva refrendar la confianza para que continúe adelante como Jefe político de la comuna matamorense. Al tiempo.

DAMIÁN Y AURELIO

Todo parece indicar que el pleito entre panistas y priistas va para largo. El último round se deriva de que al candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés (RAC), le agarraron los dedos con la puerta. Como lo señalamos antier; ha sido tal el escándalo de presunto lavado de dinero mediante triangulaciones de empresas fantasmas, que los analistas políticos coinciden en señalar que el “cerillo” o el “joven maravilla”, perderá varios puntos en las preferencias electorales. Cabe destacar que el desgaste es tremendo para Anaya Cortés porque parece no encontrar la salida; la luz al final del túnel. Por ejemplo, nuevamente en el programa de noticieros de Loret de Mola, en un debate entre Damián Zepeda –presidente del CEN del PAN– y Aurelio Nuño –coordinador general de la campaña de José Antonio Meade–, éste último se vio con más aplomo en su argumentación asertiva, mientras que el risueño Damián solo atinaba decir que los ataques a RAC se debe a que los demás “partidos van abajo en las encuestas”. Vaya defensa, cuando Aurelio presentó documentos oficiales de presunta triangulación a través de la fantasmal Manhathan Master Plan Development por 54 millones de pesos.

“DIOS CASTIGA EL ESCÁNDALO, MÁS NO EL PECADO”

Vuelvo al tema de antier con este comentario en virtud de que hasta al más pintado de se van las cabras al cerro. Es decir: ¿A quién beneficia que el PAN y el PRI anden agarrados de la greña cual si fuese un pleito de cantina? ¿Quiénes se están restando puntos de cara a la elección presidencial? Y ¿Quién será el absoluto ganador de esta reyerta? Obvio; Andrés Manuel López Obrador, quien los ve desde la tribuna haciéndose garras. Él es quien cachará votos sin despeinarse, sin mover un solo dedo mientras el segundo y tercer lugar se baten en una lucha –sin precedentes en las campañas presidenciales– que dicho sea de paso, el que tiene más que perder (mucho) es el “cerillo” Ricardo Anaya ya que la verdad sea dicha, está metido en un lío del cual no ha podido salir. Bien dice el dicho popular: “Dios castiga el escándalo, más no el pecado”. Y lo que trae Anaya Cortés es una loza como el Pípila, a manera del escándalo que hoy lo tiene sumido en la vorágine del aquelarre político de que se tenga memoria.

LA DEJARON MORIR

Por cierto, la que va en el primer lugar de la lista de plurinominales panistas de cara al Senado de la República es Josefina Vázquez Mota, dos veces perdedora de la elección presidencial de 2012 y de la gubernatura del Estado de México en 2017. Pues bien, el Voto Útil en 2012 fue para que Enrique Peña Nieto ganara la Presidencia de la República. En ese entonces el presidente Felipe Calderón abonó a favor de EPN para que este pasara por encima de López Obrador. Vamos, cuando Calderón supo –a través de encuestas de la Secretaría de Gobernación– que Josefina iba en tercer lugar, no tuvo más que dejarla morir y abandonarla a su suerte; sin apoyo político y económico. Carajo, juntaba más gente un ciclista atropellado que Doña Chepina en sus eventos de campaña.

VOTO ÚTIL

En el caso que nos ocupa (pleitazo del PAN contra el PRI y viceversa), y de continuar la tendencia favorable a Andrés Manuel, el desgaste, daño y deterioro entre Anaya y Meade, de sus estructuras y militancias, debe ser mínimo. Cabe señalar que el Voto Útil (con mayúsculas) podría jugar un papel predominante en esta elección. El Voto Útil podría ser concluyente para el triunfo de Anaya o Meade; de Meade o de Anaya. Recordar que el Voto Útil emanado del PRI hizo ganar en 2006 a Felipe Calderón ya que su candidato Roberto Madrazo nunca pudo remontar el tercer lugar. Ahora bien, hay tanto desencanto en el PAN que hoy está molido y quebrantado. Los calderonistas (algunos gobernadores, senadores, diputados y simpatizantes de Margarita Zavala), de aplicar el Voto Útil ¿A quién se lo darían? Creo que al “cerillo” Anaya no, para nada. Hoy los partidos luchan y se disputan el Voto Útil. Lo grave del asunto es que AMLO podría captar la mayoría de estos sufragios del PAN, PRI, PRD y PANAL debido al desencanto social y al cambio que si bien es una propuesta quimera del tabasqueño, los 18 años de malos gobiernos de los panistas Fox y Calderón, y del priista Peña, se han traducido en un hartazgo rampante en contra de ambos partidos; el PRIAN.