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ARCELIA AYUP SILVETI

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Colorido, sensibilidad, alegría y majestuosidad es lo que percibo cuando veo piezas bordadas por manos mexicanas y de otros países. Me maravillo de ver sus formas, el manejo de tonos en perfecta armonía y una belleza serena y explosiva a la vez. En un recuento, creo que nunca he visto una prenda bordada que no sea de mi agrado, todas me gustan, aunque por supuesto, unas me agradan mucho más que otras. Me llaman, me piden que me las lleve conmigo, me susurran al oído que no tendrán mejor lugar que conmigo. Toco la textura, la huelo y me la llevo, convencida de su canto celestial.

Soy admiradora desde muy joven de estos maravillosos trabajos sobre cualquier prenda, ya sea para mí o para mi casa. Servilletas, tortilleros, manteles, caminos de mesa, carpetitas, vestidos, faldas, blusas o huipiles están presentes en mi casa. La mayoría los he comprado en el sitio donde los hacen, directamente con los artesanos.

Me gusta ver sus ojos y sus manos cuando les pregunto algo sobre el bordado. También me agrada observarlos mientras bordan, en silencio, como en idilio con los hilos o estambres, como si solo existiesen la prenda y ellos, en el mismo espacio-tiempo. Como una mamá que amamanta, como un niño cuidando a su mascota. He visto a mujeres que bordan mientras hablan con sus amigas o con sus hijas, hacen bromas o platican temas cotidianos.

Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Yucatán, San Luis Potosí, Chihuahua, Estado de México y Michoacán son algunos de los estados que abonan en gran parte a nuestra riqueza artesanal. Lo interesante, es que plasman simbolismos en sus prendas, nos comparten la cosmovisión de su cultura, del origen del mundo, la vida y la muerte. Representan también su visión onírica, inspirada en la extraordinaria belleza natural que tienen la mayoría de nuestras artesanas.

Conocí en Guatemala el proceso de elaboración de los hilos, y el tinte de los mismos con la obtención de productos naturales. Nada sencillo, por cierto. Bordar o hilar una sola prenda puede llevarse desde una semana hasta un par de años. (Por favor, di no al regateo.)

biznagaas@hotmail.com

Autor

El Heraldo de Saltillo
El Heraldo de Saltillo