RUBÉN OLVERA MARINES
El martes 13 de febrero se llevarán a cabo elecciones para elegir Rector en la Universidad Autónoma de Coahuila. El proceso previo a la elección dejó un escenario despejado para el impulso modernizador que está proponiendo en las distintas escuelas y facultades el candidato Salvador Hernández Vélez. Lejos de considerarlo como un político que aspira a dirigir la UA de C, los universitarios celebran que, aun con inercias en contra, conservó la firmeza en sus aspiraciones, y agradecen que exponga un Plan de Trabajo integral, retador y acorde al mundo que está más allá de los recintos universitarios.
En cinco ejes, denominados estratégicos, Salvador Hernández Vélez perfila un Plan de Trabajo para el periodo 2018-2021 en el que refleja un modelo de formación, investigación y vinculación sustentado en los principios de calidad, integralidad, innovación, competitividad, modernidad y sentido social.
Al combinar los conceptos de eficiencia, productividad, calidad e innovación, con la idea de justicia, desarrollo y responsabilidad social, Salvador Hernández desplaza de la agenda universitaria la imagen de la universidad autónoma como una isla académica, incomunicada del mundo, indiferente a la problemática social, pretendiendo asemejarse más a un colegio particular que a una autentica institución pública. Establece, por lo tanto, un proyecto que no sólo responde a las inquietudes de la comunidad universitaria –desestimadas algunas, atendidas otras durante los últimos veinte años−, sino que reconoce que Coahuila, sus comunidades y ciudades, empresas y gobierno, esperan una mayor presencia de la UA de C para la solución de sus problemas.
¿Te has preguntado cuál es la participación de la Universidad Autónoma de Coahuila en la formulación del nuevo Plan Estatal de Desarrollo? O ¿Cuántas nuevas empresas de la entidad han sido promovidas y/o acompañadas por alguna incubadora de empresas de la UA de C? Lo mismo que ¿tendrá alguna propuesta la máxima casa de estudios para atender los problemas de obesidad infantil o violencia familiar en Coahuila?
Cuando el candidato a la rectoría desarrolla el eje estratégico 2, “Formación integral, humanista, con responsabilidad social…”, nos ofrece una respuesta: se requiere una formación que incentive a los futuros egresados a “participar en forma activa en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales que aquejan a la comunidad”.
Al establecer en su Plan de Trabajo aspectos sustantivos como la calidad de la educación y el desarrollo de la planta académica, sin descuidar aspectos que en los momentos actuales dejan de ser procedimentales para convertirse en inherentes de toda gestión que se aprecie de ser moderna, me refiero a la planeación participativa, transparencia, eficiencia y eficacia en el uso de los recursos, el próximo Rector inicia el retiro progresivo del espacio universitario de aquellas prácticas que niegan que los valores democráticos pueden convivir con la eficiencia, y que la búsqueda de objetivos académicos no está en guerra con la claridad y responsabilidad en el uso de los recursos.
Al mismo tiempo, cuando Salvador Hernández propone modernizar la infraestructura académica, generalizar el uso de las nuevas tecnologías educativas, promover la vinculación internacional y con el sector productivo, asegurar la calidad de los distintos programas educativos, al mismo tiempo que plantea la necesidad de desarrollar una cultura por la equidad de género, fortalecer las actividades culturales, artísticas y deportivas o ampliar los espacios de convivencia, busca atender las demandas históricas de la comunidad universitaria, en una forma integral y exhaustiva, entendiendo que la UA de C no puede escalar posiciones en el ranking de las mejores universidades del país o recobrar el liderazgo social que le demanda la comunidad, si antes no se crean las condiciones materiales y de convivencia óptimas para la enseñanza y la investigación al interior de la universidad.
En resumen: un Plan de Trabajo realista, resultado de la experiencia y del diálogo constante con los universitarios. Permitirá a la UA de C sacudirse los viejos sofismas que anteponían la estabilidad frente al cambio y anular los falsos dilemas que aseguraban que la academia no simpatiza con lo social.
La universidad vota el próximo 13 de febrero por una propuesta de cambio viable; decide modernizarse, reinventarse frente a un contexto internacional dinámico y competitivo.
Tu Opinión: olveraruben@hotmail.com
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