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JOSÉ PABLO LADRÓN DE GUEVARA 

La mejor dinastía en la historia de la NFL

Cuando se hizo oficial que los Patriotas llegarían a su tercer Super Bowl en cuatro años, para muchos la reacción fue de desilusión, ya que están cansados de ver a Tom Brady en el partido más importante de la temporada constantemente. Aunque puede llegar a ser muy predecible el resultado en la conferencia americana, este patrón es el resultado de una planeación maestra en todos los niveles de la franquicia de Nueva Inglaterra. Cada miembro hace lo que le corresponde, buscando el bien del equipo, lo cual ha creado una máquina perfecta, donde el sistema prevalece sobre todo lo demás. No por nada desde que Bill Belichick tomó las riendas del equipo han ganado cinco Super Bowls, 15 títulos de división, siete campeonatos de conferencia y 12 victorias en cada una de las siete temporadas más recientes.

Bill Belichick se ha posicionado como el mejor entrenador de todos los tiempos. Ha sido la cara de una dinastía que juega en una liga diseñada para que un equipo no domine por mucho tiempo. Se tiene el tope salarial, el orden en el draft y el esquema de calendario que busca hacer más difícil la temporada a los mejores equipos del año pasado. Aún con todas esas cuestiones, ha sabido integrar equipos que siempre son competitivos. La magia de Bilichick hizo que jugadores como Wes Welker, que estuvieron previo a Nueva Inglaterra en otros equipos donde no fueron exitosos, se volvieran súper estrellas por la simple razón que él conocía las fortalezas de cada uno y las plasmaba en los planes de juego. El caso de Welker es muy importante porque con él hizo sumamente relevante la posición de receptor slot en la NFL. La otra característica es la gran capacidad que tiene de ajustar sus piezas en el medio tiempo. Tras 30 minutos de juego, él ya desmenuzó a su rival y sabe qué debe hacer para neutralizarlo en la recta final del encuentro. Los ejemplos más claros de esto fue la remontada de 25 puntos en el Super Bowl pasado y ganar la final de conferencia el domingo pasado tras estar perdiendo contra Jaguares.

Si se dice el nombre de Bill Belichick, automáticamente se viene también a la mente Tom Brady. Este es el binomio más exitoso de todos los tiempos, al sumar 5 anillos de Super Bowl. Tom se ha separado de todos los demás mariscales del presente y pasado, por su gran capacidad dentro del terreno de juego y su gran disciplina fuera de éste. En la cancha muestra un conocimiento total del equipo contrario, sabe qué protección mandar y cuándo hacer cambios de jugadas para sorprender al rival, mientras que fuera del emparrillado Brady se ha hecho famoso por el gran trabajo que hace para mantener su cuerpo sano, lo que le ha ayudado a estar en su mejor nivel a los 40 años de edad. La gran cualidad de Brady ha sido mantenerse en la élite de los mariscales sin tener siempre un receptor de renombre durante la mayoría de su carrera. Fuera de Randy Moss, los receptores número uno más importantes que ha tenido Nueva Inglaterra son Deion Branch y Troy Brown. Esto va en contra de la tendencia, porque todos los grandes mariscales tuvieron durante la mayoría de su carrera algún receptor del salón de la fama, por ejemplo, Joe Montana tuvo a Jerry Rice y Peyton Manning le lanzaba a Marvin Harrison.

También, nunca tuvo un gran ataque terrestre que lo respaldara, por lo que siempre tuvo que ser el líder de la ofensiva. En momentos de presión, sabía que dependía de él que su equipo saliera victorioso, y para suerte de los Patriotas Brady tiene la gran cualidad de jugar mejor cuando la presión es mayor.

Una característica de los Patriotas, que quizá se encuentra subvaluada, pero que es sumamente importante en la ideología del equipo, es la tranquilidad con las que dejan ir jugadores de gran talento, sabiendo que nos le impactará negativamente porque tienen a alguien más joven o “barato” que puede embonar en el esquema de juego. Nombres como Jamie Collins, Randy Moss, Lawyer Milloy y Richard Seymour en su momento fueron cortados o canjeados por Bill Belichick, quien prefiere deshacerse de jugadores un año antes de lo necesario que un año más tarde. Hay una gran cantidad de equipos, como por ejemplo los Vaqueros, en donde los directivos se “encariñan” con los jugadores estrellas, por lo que cuando se encuentran en el ocaso de sus carreras representan una importante carga salarial para el equipo y no rinden a gran nivel.

Aunque algunos jugadores que dejaron Nueva Inglaterra eran muy queridos por la afición, los seguidores de Nueva Inglaterra saben que las decisiones de Belichick son por el bien del equipo y que seguramente le irá mejor en el futuro.  La forma tan fría con la que se maneja la plantilla de los Patriotas, hace que todas las decisiones se tomen usando únicamente la cabeza.

Por la edad de Tom Brady, falta poco para que esta gran dinastía empiece a caer. Aunque es algo que eventualmente tiene que suceder, nadie se imaginaba que tras 18 años la tercia Kraft-Belichick-Brady siguiera dominando la NFL. Eso es algo que no se verá nunca más, por lo que no queda más que apreciarlo y respetar lo que estas tres personas han logrado. Habrá quienes argumenten sobre los escándalos que han rodeado a la franquicia, como cuando descubrieron que grababan a equipos contrarios y los balones desinflados de Brady. Aunque serán pequeñas manchas en sus legados, no demeritan la carrera de excelencia deportiva que han tenido los principales actores de esta franquicia.  La forma con la que han dominado este deporte no se resume a unos balones con menos aire, sino a todo el tiempo de estudio, planeación y ejecución que los ha llevado a una perfección nunca antes vista.

You may not know:

En el Super Bowl LII Brady y Belichick estarán en su octava aparición en el gran juego, cifra récord para cada posición, la de mariscal y entrenador en jefe.

 

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El Heraldo de Saltillo
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