Pobladores de un ejido del municipio de Parras se alarmaron al descubrir en un terreno despoblado un hoyo de ocho metros de diámetro, pues creyeron que se trataba de la caída de un meteorito en la zona. Autoridades acudieron al llamado y señalaron que en realidad se trata de un tiradero clandestino, en donde además se quemaba la basura, según señaló el periódico El Heraldo de México.
El gigantesco hoyo apareció en un terreno despoblado del ejido “El Sol”, con dimensiones de ocho metros de diámetro y ocho de profundidad.
Autoridades locales de Protección Civil aseguraron que no lo ocasionó un meteorito, sino que es un pozo que utilizan algunos ejidatarios como tiradero clandestino, pues al acercarse observaron llantas quemándose. (EL HERALDO DE MÉXICO)
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