Cómo cuidar la pareja: Basta de celos y reproches

Sobre todo cuando tienes niños tienes que estar atenta a no dejar de lado tu pareja en la vida diaria. foto: Christin Klose/dpa-tmn

Por Sabine Meuter

Cuando uno conoce una pareja que lleva mucho tiempo conviviendo en un buen vínculo, suele preguntarle cuál es su secreto. Por supuesto, suelen responder que no existe una receta universal para mantener vivo el amor y que cada pareja debe encontrar la forma en la que es feliz, pero hay algunas cosas que sí pueden ayudar a hacer que ese vínculo sea fuerte y otras que habría que evitar para no fracasar en el camino. Te damos cinco cosas que puedes hacer a favor y otras que te echarán el viento en contra.

Sí, hazlo – Cuida el vínculo

De la casa al trabajo y del trabajo a la casa, donde te esperan las mil tareas domésticas y los niños… ni hablar. La vida diaria suele estar sumamente atiborrada de cosas y es difícil ocuparse de la relación de pareja. No obstante, es importante reservarse algo de tiempo en la semana para hacer algo de a dos, y también para no perder la cercanía corporal. Pero más allá de lo físico, lo fundamental es no dejar de hablar, mencionando los deseos y las necesidades que tiene cada uno.

Sí, hazlo – Manten tus límites

No está mal que cada uno se mantenga como individuo autónomo y que se siga desarrollando. «Uno nunca debe sacrificarse y renunciar a sí mismo por el otro», recomienda el psicólogo Klaus Seifried, que apunta que la pareja no tiene que compartir necesariamente todos los gustos. «Si a mi pareja le gusta montar a caballo y a mí tocar un instrumento de música, no tengo que pensar que son cosas que nos hacen perder tiempo de pareja. Tengo que entender que son cosas que enriquecen la relación», explica el asesor Maxim Tenenbaum, de la organización Pro Familia de Berlín. De más está decir que hace muy bien que cada uno se encuentre con sus amigos.

Sí, hazlo – Sé abierto y atento

Tener una relación de pareja significa estar realmente «relacionado» con el otro. Es importante estar atento al otro y hacer de vez en cuando algo vinculado a los deseos o necesidades que haya expresado, además de demostrarle cariño, sea con un beso, una mirada especial o una caricia.

Sí, hazlo – Acepta al otro

Con el tiempo, esto puede quedar muy atrás por más obvio que parezca. Pero es crucial tener siempre presente los aspectos positivos del otro. «Mucha gente suele estar mirando lo que le falta al otro, al menos desde su punto de vista, y se lo reprochan», comenta Seifried. Eso es tiempo perdido. Más vale aprender a tolerar esas cosas, sabiendo que uno tampoco es tal cual debería ser en la imagen ideal que tiene el otro de uno. Intentar cambiar al otro no suele dar buenos resultados.

Sí, hazlo – Habla sobre asuntos íntimos y sentimientos

Si lo haces, fortalecerás la confianza y sentirás al otro más cerca tuyo. Muchos tienen dificultades a la hora de mostrarse en una relación tal cual son, sobre todo por miedo a que los abandonen. Pero en ese caso «es mejor pensar si uno quiere que lo quieran por lo que es o por la imagen que arma hacia afuera».

No lo hagas – Pelear y reprochar cosas todo el tiempo

De más decirlo. Si llenas gran parte del día con reproches, el clima en casa no será nada bueno. Mejor tener presente que todo reproche esconde un deseo. En lugar de decir «ya estás otra vez con el móvil», mejor decir la verdad: «me encantaría que me escucharas».

No lo hagas – Controlar a tu pareja

Tomar el móvil del otro en un descuido y mirarle los mails o estarle detrás con preguntas no es muy constructivo. «Los celos son letales para una pareja, y cuando quieres acordar lleva a que las partes se hagan mala sangre», explica Seifried. Una pareja debe basarse en la confianza. Sin eso, difícil que las partes se sientan bien.

No lo hagas – Ridiculizar al otro

Bajo ningún concepto, y menos que menos delante de otros, porque de ese modo rompes rápidamente la confianza de tu pareja, que se muestra contigo tal cual es y debe poder confiar en ti.

No lo hagas – Castigar con rechazo de las relaciones sexuales

«La falta de sexo no debería ser un castigo después de una pelea en la que ambos terminan con los nervios de punta», comenta Tenenbaum, que explica que en algunas parejas las relaciones sexuales después de una discusión pueden tener un efecto muy liberador. «Que haya un tema ríspido no significa que uno se tenga que amargar en otros terrenos en los que la pareja sí funciona», comenta el especialista.

No lo hagas – Olvidar los objetivos de los dos

Es bueno que las parejas tengan objetivos que alcanzar entre los dos. Puede ser un hobby que hagan juntos, propuestas que se hacen con la educación de sus hijos o cuestiones materiales como construir una casa o terminar de pagar las cuotas de la vivienda en un lapso determinado de tiempo. En todo caso, los objetivos que se pone una pareja fortalecen mucho el vínculo. (DPA)

Autor

El Heraldo de Saltillo
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