Alertan por vínculo anorexia-suicidio

Foto: Agencia Reforma

Monterrey, NL.- “Prefiero morirme que estar gorda”.

Bertha Winterman, hoy de 27 años, recuerda lo que fue vivir casi por 15 años con anorexia. Esa frase se la dijo muchas veces a su mamá.

“Era como si estuviera en una jaula», narra esta joven, recuperada y dada de alta en 2021, “era como una cárcel de cuatro paredes bien chiquita, donde lo único que veía era comida, ejercicio, figura corporal. Era lo único que a mí me importaba”.

Tener un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), explica, te genera pensamientos obsesivos sobre la comida y un miedo paralizante a engordar.

Diagnosticada con anorexia a los 11 años, Bertha dice que por más de 10 años nunca cumplió correctamente con el tratamiento.

Decidió estudiar la carrera de nutrición, inicialmente para tener el control de la comida. Ya en su último año, y con un fuerte desgaste por la enfermedad, se cuestionó: ¿cómo sería capaz de atender a un paciente cuando ella ni siquiera estaba bien de salud?

“Yo no sabía quién era yo sin la enfermedad», expresa, “y eso a mí me daba mucho miedo, porque yo estaba acostumbrada a vivir con la enfermedad.

“Y por el orgullo anoréxico también, porque era: ‘¿qué van a pensar de mí?’. Siempre he sido la aplicada, la que tiene fuerza de voluntad, la que es bien disciplinada en el ejercicio y se levanta a las 5 de la mañana, la que siempre trae su comida saludable”.

En 2019, motivada por su hermano, lo intentó una vez más y volvió a Comenzar de Nuevo, centro pionero en México en la atención de los TCA. Había acudido años antes, pero esta vez decidió confiar y cumplir al pie de la letra con todo.

Su evolución era evidente y, a punto de graduarse de la carrera, la cofundadora de Comenzar de Nuevo, Eva Trujillo, la invitó a unirse al equipo como nutrióloga.

“¿Qué viste en mí si ni siquiera yo confiaba en mí?”, le preguntó la joven a Trujillo, especialista internacional en TCA.

“Es que yo nunca te vi como el TCA, siempre te vi más allá”, le respondió.

Desde hace tres años, Bertha es parte de Comenzar de Nuevo y ayuda a más pacientes que ven en ella la esperanza de que la recuperación es posible.

  1. ‘SUFRÍ POR EL ESTIGMA’

Comenzar de Nuevo es reconocido internacionalmente por el tratamiento para los TCA. Cumple 25 años y desde entonces han atendido a 9 mil pacientes de México y otros países.

Trujillo es cofundadora junto con Marisa Fernández, mamá de Mónica, diagnosticada a los 10 años con anorexia y quien fue la inspiración para abrir el centro ante el desconocimiento de estas enfermedades en el País.

El pasado 2 de junio se conmemoró el Día Mundial de Acción por los TCA y Trujillo fungió como representante internacional en la sede de la ONU en Nueva York, dando el discurso de apertura para hablar de los TCA y el fuerte impacto en la salud mental.

El 90 por ciento de las personas con un TCA, indica, tiene otra condición mental, como ansiedad o depresión.

Desde la pandemia se incrementaron casi un 50 por ciento las hospitalizaciones y 80 por ciento las consultas de personas por TCA a nivel mundial. No existen estadísticas a nivel local.

La característica del paciente que padece este tipo de trastorno es que sufren mucho y las familias sienten que no hay salida, por eso uno de cada cinco se suicida. Son estadísticas que deben de asustarnos”, señala Trujillo, ex presidenta de la Academy for Eating Disorders.

Uno de los grandes mitos es que la persona que padece un TCA tiene delgadez extrema.

“Sólo el 6 por ciento de quien tiene un trastorno alimentario tiene bajo peso; el 94 por ciento tiene peso normal o peso alto, y la gran mayoría de la gente cree lo contario”, dice Trujillo.

Karla Alfaro, de entonces 18 años, cursaba su último año de prepa en Hermosillo cuando fue internada en el centro de Comenzar de Nuevo. A simple vista parecía no reunir las apariencias que las personas asocian con un TCA.

“Sufrí mucho por el estigma que se tiene, era: ‘no estoy en un peso muy bajo, no estoy en un peso muy alto y la gente a mi alrededor no me asocia con este tipo de trastorno. No me veo o no me escucho como alguien que tendría esto’”, comparte Karla, hoy de 25 años.

En su adolescencia había sido diagnosticada con depresión y trastorno límite de la personalidad.

“La razón por la que llegué a que me internaran en Comenzar de Nuevo fue por un intento de suicidio”, dice.

Su diagnóstico fue trastorno de la conducta alimentaria no especificado, que es cuando presentas características de diversas enfermedades, sin que tengas una definida. Estuvo internada tres meses y luego siguió en tratamiento por un año.

Comenzar de Nuevo le salvó la vida y ella comparte su testimonio para ayudar a más personas.

  1. ‘HAY ESPERANZA’

El TCA más frecuente es el trastorno por atracón, que es cuando hay una ingesta rápida de una gran cantidad de alimentos con la sensación de pérdida de control. La persona puede tener un peso normal o alto.

Y el segundo más común es la anorexia atípica, en donde la persona está en un peso normal.

Por su aniversario, Comenzar de Nuevo tendrá una serie de eventos para prevenir el suicidio.

Trujillo comparte unas cifras sobre el riesgo de suicidio por un TCA.

– Una de cada cinco personas con anorexia se suicida.

– Cuatro de cada 10 personas con anorexia tienen ideaciones suicidas y 2 de cada 10 llegan a intentos de suicidio.

– Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) tienen el segundo lugar de mortalidad entre todas las enfermedades de salud mental, precedido sólo por la adicción a opiáceos.

– Las personas con anorexia tienen 18 veces más probabilidades de morir por suicidio y quienes tienen bulimia tienen 7 veces más probabilidades de morir por suicidio que sus pares de mismo género y edad.

Comenzar de Nuevo tiene el lema: “Brindando recuperación y esperanza a través de la ciencia”.

“Queremos que la gente sepa que un TCA no es algo con lo que tienes que vivir, que te puedes recuperar, que hay esperanza”, recalca Trujillo.